20 de abril de 2024
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No todas fueron rosas entre Moyano y Cristina Kirchner
La Presidente aplaudió el pedido del camionero de hacer un esfuerzo más por los jubilados, pero no le gustó que reclamara un trabajador en la Rosada
16 de octubre de 2010
Era el día indicado, el de la Lealtad peronista.
Pero hubo también en River cruces y quedó a la vista que Cristina Kirchner se sintió tocada por el llamado del camionero Hugo Moyano a “concientizar” para que “un trabajador” pueda llegar a la Casa de Gobierno.
“Compañero Moyano, usted que anda pidiendo un trabajador como presidente de la República”, introdujo Cristina, que no la dejó pasar.
“Yo quiero decirle que trabajo desde los 18 años, desde los 18 años trabaja esta mujer. Estudié en la Universidad Nacional de La Plata y era empleada pública, último orejón del tarro en el Ministerio de Economía de La Plata, desde los 18 años, toda mi carrera de abogada laburando y después me tocó laburar de profesional”, se despachó la Presidenta.
La inesperada autoreivindicación de Cristina como “trabajadora” –categoría que suele excluir a personas de gran fortuna como es el caso de los Kirchner– llegó luego de la reafirmación de Moyano de que la CGT no tiene por qué “renunciar a la política”, y la presión creciente para que se les concedan lugares en las listas de cargos legislativos el año que viene.
Mientras Moyano desembarca en el PJ bonaerense, coquetea con la idea de ir por la Gobernación y aún por la Presidencia, algunos popes sindicales suelen deslizar su objetivo de una candidatura del movimiento obrero... dicen que para 2015.
El matrimonio gobernante llegó al acto de Moyano, a estas alturas su principal sostén político, puntual a las 13, y fue recibido por el camionero junto a un grupo de gremialistas. Cristina saludó efusivamente a Moyano a la llegada y al final, en que cantarían la Marcha Peronista delante del escenario y de cara a la multitud.
Los militantes de la UOCRA, rivales del moyanismo, se empezaron a retirar de la tribuna cuando hablaba el camionero, dijeron, para evitar incidentes.
Ese espacio se siguió vaciando, igual que otros sectores del estadio, donde empezaron a quedar blancos evidentes, mientras Cristina hacía su discurso.