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29 de marzo de 2024
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La piratería ya hizo perder 10.000 puestos de trabajo
La industria del video salió a advertir que en seis meses el sector puede desaparecer. Ya cerraron 2.500 videoclubes. La piratería ya moviliza más de $ 1.000 millones
17 de octubre de 2010
La industria del video salió a advertir que en seis meses el sector puede desaparecer y denunció que la piratería ya moviliza más de 1.000 millones de pesos anuales y provocó la pérdida de 10 mil empleos.

Los videoeditores alertaron que la industria del video se encuentra en estado de emergencia sin precedentes, por un cóctel que combina alta presión impositiva y el gran crecimiento de la piratería en el país.

El sector denunció que el comercio ilegal pirata está en manos de "organizaciones delictivas" que movilizan más de 1.000 millones de pesos anuales.

Se quejó, además, de que más del 40 por ciento del precio final del alquiler o venta de un DVD sean impuestos.

Representantes de la industria del video (Aldo Fernández Sánchez, presidente de la Unión Argentina de Videoeditores; Daniel Parise, director de los sellos SBP y TVE; y Osvaldo Moreno, secretario adjunto de Unión Trabajadores Sociedades de Autores y
Afines) aseguraron que el problema mayor en la Argentina es "la falta de soluciones eficaces respecto del comercio de venta ilegal de videos".

A esto, sumaron la del público, actor que a veces recurre a este intercambio por "comodidad y falta de conciencia, además de considerar que está ayudando al vendedor callejero".

Admitieron que la piratería contiene a quienes acceden a contenidos gratuitos por internet, mientras que el comercio ilegal es el que compite directamente con ellos de manera desleal, dado que evita impuestos, alquileres y demás pagos obligatorios, además de abusar del espacio público.

El 80 por ciento del negocio de las películas en video es ilegal, factura en negro 1.000 millones de pesos y a causa de la venta de DVD bajo las normas impuestas la ganancia es de 70 millones.

Con la irrupción del DVD en 2003, tardía debido a la crisis económica, el comercio legal fue creciendo, hasta que en el 2008 decayó y su contrapartida ilegal comenzó con una carrera en alza sin interrupciones y exponencial.

Como consecuencia, las ventas en los videoclubes cayeron un 70 por ciento y se produjeron cierres de los actores del comercio legal como Gativideo, una de las más importantes y con mayor cantidad de títulos extranjeros.

A este ritmo, presumen que de los 800 locales que existen en la actualidad, en seis meses quedará sólo la mitad.

Respecto del conflicto con la empresa norteamericana BlockBuster, Parise aseguró que con la caída de la firma el sector perderá en facturación cerca de 25 por ciento.

Además, resaltó que no hay ningún plan ideado como para revertir la quiebra.

Advirtió que todo el mercado que cubría BlockBuster caerá en manos de la piratería y que el cine argentino será uno de los grandes perjudicados con toda esta problemática, dado que su edición dejará de ser rentable, como así la del cine europeo, quizá los no tan populares como aquel de Hollywood.

La denuncia de los representantes del sector es que el comercio ilegal de venta de películas existe porque el Estado argentino lo permite, a pesar que el mismo brinda dinero para el país.

Además, arremetieron contra el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales por su ausencia en el conflicto.

Alertaron que en aquellos espacios en los que el gobierno no se hace presente irrumpe la mafia, en comparación con la situación que atraviesa México.

"La foto final de permitir una amplitud del comercio ilegal de una manera tolerante termina con un cártel haciendo todo: juntando droga, violencia y piratería", advirtió Osvaldo Moreno.

Por ello, reclamaron dejar de permitir la complicidad policial y estatal, e imponer una solución integral que tenga como importantes y claves tres puntos: la integración del trabajador en negro para que no quede al margen del sistema, la erradicación de
la permisividad de los gobiernos provinciales, porteño y nacional; y la baja de los impuestos, para que las películas sean consideradas parte del patrimonio cultural a la par que los libros, que no cuentan con gravámenes tan altos (el 40 por ciento
de lo que paga el público se destina al pago de impuestos).

En los últimos tres años, Blockbuster cerró aquí 46 de sus 83 locales, pero también bajó la superficie que otra cadena, Musimundo, asigna a la venta de DVD.

La crisis del sector hizo cerrar en 2009 a las editoras Gativideo y LK-Tel, y a 2.500 videoclubes en tres años.