Barcelona ganó con algunos apuros al equipo danés FC Copenhague, por 2-0, con un doblete del argentino Lionel Messi, lo que le sirvió para colocarse primero del Grupo D de la Liga de Campeones, tras la disputa de la tercera jornada.

Cuando parecía que el partido iba a terminar con una victoria sufrida y por la mínima diferencia del equipo catalán tras el gol del rosarino en el minuto 18, el propio jugador argentino cerró la cuenta a los dos minutos de adición.

Tras esta victoria, el equipo español tiene siete puntos, uno más que Copenhague, que perdió el liderato, seguido por Panathinaikos de Atenas, con dos unidades, y Rubin Kazan ruso, con una, después del empate de este miércoles entre estos dos equipos (0-0) en la capital griega.

Tanto Barcelona como Copenhague parecen encontrarse en una posición idónea para hacerse con los dos primeros puestos de la llave, que dan acceso a octavos.

Las cosas no empezaron bien para Barcelona ya que su Víctor Valdés, arquero habitualmente titular, no pudo jugar debido a una indisposición, siendo reemplazado por José Manuel Pinto.

Tampoco lo pudo hacer desde el inicio Xavi Hernández, que arrastra una tendinitis, que no le permitió jugar varios partidos en la última semana, aunque el mediocampista terminaría ingresando para jugar los últimos 20 minutos en reemplazo de David Villa.

Pese a todo, el equipo azulgrana, fiel a su estilo y a su filosofía, buscó la victoria desde el comienzo del partido y Villa estrelló un disparo en el travesaño en el minuto 4 con un disparo dentro del área.

Barcelona empezó a encarrilar el triunfo con un gran gol de Messi, quien recibió un centro de Andrés Iniesta al borde del área y definió de manera espectacular.

Pero Barcelona, pese a su dominio no pudo asegurar el resultado, aunque gozó de varias ocasiones en el primer tiempo.

El técnico azulgrana, a pesar de la ausencia de goles de su equipo, no se decidió a hacer cambios hasta que quedaban 20 minutos para el final, en que dio entrada a Xavi, en lugar de Villa, y a otro Campeón del Mundo, el delantero Pedro Rodríguez, por el lateral brasileño Maxwell.

Y es que Guardiola decidió cambiar el equipo después de comprobar que no se marcaban más goles y que Copenhague podía empatar en cualquier despiste.

De hecho, el equipo danés, en una de sus pocas aproximaciones que tuvo, pudo haber empatado en el 67, cuando el delantero senegalés Dame N'Doye disparó al larguero, y el rechace la cayó al brasileño César Santin quien, cuando se encontraba solo, remató de cabeza fuera.

Pero la entrada de Xavi tuvo su efecto y Messi cerraría la cuenta en el descuento del partido al encontrarse la pelota en una posición privilegiada, de forma fortuita, tras un mal disparo del lateral francés Eric Abidal.

Tres minutos antes de ese gol, el brasileño Dani Alves había lanzado un disparo al palo.

Sin ser un gran partido de Barcelona, el equipo culé ganó con justicia y aprovechó tener entre sus filas a Lionel Messi, el jugador más desequilibrante del fútbol actual.