La presidenta Cristina Kirchner dijo que no quiere más marchas con palos o armas en la Argentina, luego del asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.

La jefa de Estado reiteró su decisión de no reprimir las protestas sociales y recordó que el grupo que exigió la intervención de la Policía en la pelea de ayer "es el mismo que ingresó al Ministerio de Educación", en alusión al Partido Obrero.

En un nuevo acto que encabezó en Casa de Gobierno para la firma del convenio quinquenal 2010-2015 entre el sector de la construcción y el Ministerio de Trabajo, la Presidenta se refirió a la muerte de Mariano Ferreyra, el joven militante del Partido Obrero asesinado en la tarde de ayer durante una protesta sindical.

Kirchner reconoció sentir "mucha amargura" por el fallecimiento del joven de 23 años, aunque señaló que, pese a que todos deberían "condenar la violencia", el Partido Obrero, que ayer exigía la intervención de fuerzas policiales, "es el mismo que ingresó por la fuerza al Ministerio de Educación la semana pasada".

Los incidentes y la muerte de Ferreyra, aseguró la Presidenta, "son producto de la violencia y de no poder sentarse a discutir las cosas como corresponde en una sociedad democrática".

"No quiero vivir más en una sociedad donde se sale a manifestar con palos y con armas de fuego" -señaló Cristina Kirchner.

Remarcó, sin embargo, su vocación de "defender las manifestaciones, aún a las que no estoy de acuerdo".

Cristina reafirmó que "toda la sociedad le suministrará (a la Justicia) los elementos para que quienes resultaran responsables sean sancionados". "Los autores materiales y los autores intelectuales, sean quienes sean", concluyó.