Luego de contestar sólo dos preguntas, el principal imputado por el asesinato de un militante del PO entró en una "crisis nerviosa", lo que obligó a suspender el trámite, indicó su abogado, Sergio D'Amico.

"No volverá a declarar hasta que se levante el secreto de sumario", anticipó.

Luego de varias horas de espera, Favale declaró, al menos algunos minutos, ante la jueza Susana López.

Sin embargo, tras la segunda pregunta, el detenido ingresó en "una crisis nerviosa" y se decidió suspender la indagatoria.

Favale describió al hombre que portaba un arma durante la batalla gremial: "Era gordo, tenía gorrita y un payaso tatuado en el brazo".

Así, complicó la situación del ex barra de Racing Gabriel Sánchez, que fue identificado por el dibujo de un payaso que tiene en unos de sus brazos.

Su abogado, D'Amico, dijo que "hasta que no se levante el secreto de sumario", su defendido no volverá a declarar en la causa, lo que demuestra la verdadera estrategia de la defensa.

Favale había acusado a un ex barra de Racing de efectuar los disparos que mataron al militante del Polo Obrero, pero en las últimas horas su abogado le recomendó no entrar en esos detalles. Cuando tenía la posibilidad de aclarar los hechos ante la jueza, entró en "shock" y se pospuso el cuestionario, ahora con fecha indeterminada.

Quien sí aceptó responder las preguntas de la jueza y de la fiscal, Cristina Caamaño, fue Pablo Díaz, acusado de ser organizador de una supuesta "emboscada" de gremialistas a trabajadores tercerizados.

Minutos después del tiroteo, Díaz realizó declaraciones públicas en las que reconoció que estuvo en el lugar y en las que desafió: "Nosotros no vamos a permitir que corten las vías".

Sin embargo, negó que se hayan utilizado armas de fuego y dijo que sí hubo tiros por parte de los trabajadores tercerizados.