Marcelo Ramal, dirigente del Partido Obrero (PO), que pidió a la justicia ser querellante en la causa que investiga el asesinato de su militante Mariano Ferreyra, dijo que los ferroviarios detenidos "están tratando de embarrar la cancha" con la versión de haber visto un arma de fuego en manos de los trabajadores tercerizados.

Ramal se refirió así a la declaración ante la justicia que hizo anoche el jefe de los delegados de la ex línea Roca, Pablo Díaz, imputado de haber sido quien reclutó a la patota que baleó a los trabajadores enfrentados con la conducción del gremio.

Según su abogado, Carlos Froment, Díaz dijo anoche ante la jueza Susana Wilma López que "un testigo, empleado de la Unión Ferroviaria, le comentó que vio a una persona detrás de un basurero, del grupo de los otros manifestantes, que sacaba un arma de la mochila y efectuaba disparos".

"No merece ningún crédito. Están tratando de embarrar la cancha. Se trata de un recurso desesperado para tratar de deslindar responsabilidad del propio Pablo Díaz y toda la patota sindical", contestó Ramal en declaraciones radiales.

Para el dirigente del PO, "no hay nada, ni en la investigación de la fiscalía ni en la propia jueza que asegure una cuestión de este tipo", y aseveró que "quien conozca al PO y al movimiento obrero ferroviario sabe que no existe este tipo de métodos para llevar adelante una manifestación".

"Los videos y las propias declaraciones de Díaz lo colocan en el vértice de las responsabilidades. El es el jefe de la patota que mató a Mariano", acusó Ramal y sostuvo que la Unión Ferroviaria "tiene recursos suficientes para contratar a abogados penalistas que embarren la cancha".

Por último, al ser consultado sobre el repudio de los empresarios al asesinato del militante del PO, el dirigente dijo que "están repudiando a la patota sindical que los mismos empresarios toleran y han tolerado históricamente".