De la Redacción de Asteriscos.Tv

Extrañas paradojas del destino: hace exactamente tres años, el 28 de octubre de 2007, Cristina Fernández se convertía en la primera mujer electa presidenta por voto popular en la Argentina, al encabezar la lista oficialista del Frente para Victoria que ganó con amplitud en primera vuelta.

De esta manera, también se producía un hecho histórico en el país: que el mando del gobierno pase de un dirigente a otro en el marco de un 'matrimonio presidencial'.

Fue también el punto máximo hasta el momento de un proyecto político de militancia que iniciaron juntos muy jóvenes y que los llevó desde los cargos públicos provinciales y nacionales a lo más alto de política nacional.

Cristina, en fórmula con el radical Julio Cobos, vencieron a la integrada por Elisa Carrió y el socialista Ruben Gustiniani por 46,3 a 26,4 por ciento, y así se evitó una segunda vuelta.

En esa elección quedó tercero el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, en un comicio donde hubo un total de 27.090.192 ciudadanos que votaron y que definieron los 434 cargos legislativos y ejecutivos nacionales y provinciales en juego.

Durante el festejo en el bunker del oficialismo esa noche en el Hotel Intercontinetal, donde estuvo Asteriscos.Tv, la actual presidenta señaló: "Argentina votó. Hemos ganado ampliamente. Tal vez con la mayor diferencia entre la primera fuerza y la segunda desde el advenimiento de la democracia. Esto, lejos de colocarnos en alguna posición de privilegio nos coloca en el lugar de mayor responsabilidad".

Acompañada en el acto por su esposo que la abrazaba y por el vicepresidente electo Julio Cobos, hizo un fuerte llamado: "Quiero convocarlos a todos, sin rencores, sin odios. Inclusive a los que tal vez pudieron agraviarnos y descalificarnos. A ellos también queremos tenderles la mano".

El entonces presidente Néstor Kirchner se mostró feliz con su logro político de ampliar el proyecto en la figura de su esposa y se mantuvo en un segundo plano en los festejos donde dejó el protagonismo a Cristina y Cobos.

En el primer acto oficial, 48 horas después en Casa de Gobierno, bromeó con su futuro y dijo que después del 10 de diciembre de 2007 cuando entregar el poder se iba a ir "a un café literario".

Por aquellos momentos, señaló que "la Argentina entra en una etapa de profundización del cambio", afirmó Kirchner.

"Vamos a trabajar juntos para que el que viene sea el mejor Gobierno desde 1983", agregó luego, con tono más serio: "Cristina va a ser una gran presidenta para todos los argentinos".

Kirchner, después de dejar la presidencia, no fue a ese café literario, se hizo cargo de reorganizar el PJ, fue su presidente, el asesor directo del gobierno de su esposa y el hombre de choque en causas siguientes, como el conflicto con el campo por la resolución 125.

Luego fue el candidato que encabezó la lista de legisladores de la provincia de Buenos Aires en 2009, que perdió la lección en ese distrito ante Francisco de Narváez.

Un "animal político" que le siguió poniendo la cuerpo a sus ideas y hasta último momento fue protagonista esencial de la política en el país.

Luego se convirtió en un referente para la región al ser electo secretario General de la UNASUR.

Tres años después de un triunfo memorable y el sueño cumplido para el matrimonio que inicio su carrera de militancia en los setenta y la afianzó con cargos a partir de 1985, en 2010 el dolor se apoderó de la misma fecha para mostrar otra cara, mucho menos agradable con el velatorio del ex mandatario nacional.