La presidenta de la Nación, Cristina Fernández, se bajó del auto que acompañaba el cortejo fúnebre de Néstor Kirchner para reprender a la Policía que empujaba y forcejeaba con la multitud que fue a acompañarla.

La presidenta se bajó del auto y reprendió a la policía que la custodiaba y que intentaba despejar la zona entre empujones y forcejeos. Fue en la avenida Leandro N. Alem entre Perón y Mitre.

En medio del generalizado asombro, empezaron los aplausos a la jefa del Estado y las muestras de apoyo y agradecimiento. "Fuerza Cristina", le gritaban aquellos que pudieron verla aunque sea unos segundos, los más dolorosos de su vida.