Como pocas veces, el mensaje de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó como un disparo directo al corazón de los argentinos, en sus primeras palabras oficiales tras la muerte de su esposo.

En un mensaje por cadena nacional de apenas cuatro minutos y previamente grabado, la jefa de Estado agradeció las muestras de apoyo de los argentinos y peleó con entereza y en forma desigual con la emoción de recordar a su compañero, evitando llorar ante las cámaras.

Como es habitual, sin leer, en un espontáneo contacto con los ciudadanos, Cristina habló de su esposo como "compañero de toda la vida" y del ex presidente al que quiere "honrar", y en varios pasajes tragó saliva para contener la emotividad que iba en aumento.

Sin embargo, en el tramo final su dolor pudo más y la mujer dejó a un costado a la jefa de Estado, y mostrando una carnadura de fuerte conmoción por la desaparición de su marido, no pudo contener el llanto y su voz se quebró.

Fue uno de los momentos más humanos y sensibles que los argentinos pudieron conocer de la Presidenta y su emoción alcanzó a todos, más allá de ser partidarios o no del gobierno nacional.

En un intento de proteger la imagen de la presidenta, casi ni llegó a despedirse --su voz ya estaba ahogada por el llanto-- la placa del fin de la cadena se materializó en forma abrupta.