Fue la crónica de una designación anunciada. El "Checho" Sergio Batista, campeón del mundo en México 86, es el técnico titular de la selección argentina de fútbol, en reemplazo de Diego Maradona.

"¿Debe Batista ser el técnico de la Selección?", dijo Carlos Bilardo en el predio de la AFA en Ezeiza, en la reunión de la Comisión encargada de decidir quién iba a ser el sucesor de Maradona.

Hubo seis votos positivos, decisión unánime. Esa postura definida en la reunión del lunes fue transmitida a Julio Grondona para terminar de cerrar el protocolo y así anunciar oficialmente esta noche lo que todos sabían: Batista conducirá a la Selección Argentina, ya no de manera interina, sino oficial.

Luis Segura, Secretario de Selecciones Nacionales y presidente de Argentinos; Germán Lerche, presidente de Colón; Julio Grondona hijo, presidente de Arsenal; Mario Contreras, presidente de Godoy Cruz; Juan Carlos Crespi, vice de Boca; y Diego Turnes, vice de River, fueron los integrantes de la Comisión que oficializó a Batista, que firmará un contrato hasta la finalización de las Eliminatorias con una renovación automática en caso de clasificar al Mundial de Brasil 2014.

No había otros candidatos, aunque Bilardo, el manager, mencionó los nombres de Alejandro Sabella y de Miguel Angel Russo, en Estudiantes y Racing, respectivamente.

Ni lo pensaron, no hubo lugar a la duda. ¿Por qué? ¿Tanto confían en las condiciones de Batista?

Lo determinante fue la opinión de los jugadores. El plantel de la Selección apoya incondicionalmente al Checho Batista.

Por su forma de ser, por la relación que forjó con varios de ellos (Lionel Messi, Javier Mascherano...) en los Juegos Olímpicos que ganó en Beijing, por la idea de juego que tiene y, en definitiva, porque ya está ocupando el cargo desde hace tres partidos y este miércoles dará la lista para el amistoso del 17, en Doha, Qatar, ante Brasil.

Fueron los futbolistas los que le dieron el cargo de entrenador de la Selección a Batista. Por sus declaraciones públicas y en privado, pero además porque no quieren a otro.

Esto no quiere decir que Batista sea "dócil" o "influenciable", pero sí es más político. Los jugadores temen que llegue un técnico con ideas "revolucionarias" y que cambie los apellidos más comunes del equipo.

La decisión está tomada, con el visto bueno del presidente de la AFA, Julio Grondona; por el peso de la opinión de los futbolistas y con el sello burocrático de Bilardo y la Comisión.