Massera, el almirante represor que quería ser el "nuevo Perón" - Asteriscos.Tv
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19 de abril de 2024
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Massera, el almirante represor que quería ser el "nuevo Perón"
Fantaseó con esa posibilidad e incluso llegó a impulsar su propio partido. Despreciaba a Videla, el otro dictador con el que tuvo enormes peleas. Un personaje oscuro
8 de noviembre de 2010
Emilio Massera creía que podría ser el nuevo Perón, pero será recordado como uno de los dictadores más violentos de la historia argentina, que dirigió con mano de hierro ese centro de detención que avergüenza a la humanidad llamado ESMA.

Massera, quien tenía internas interminables con el jefe de la Junta Militar, Jorge Videla, llegó incluso a fundar su propio partido político, por la "Democracia Social", con el cual imaginaba llegar al poder por la vía democráticas tras la sangrienta dictadura que gobernó el país entre 1976 y 1983.

Formó parte, junto con Jorge Rafael Videla y Orlando Agosti, de la junta militar que depuso a Estela Martínez de Perón.

Ingresó a la Escuela Militar de la Armada en 1942; tras su egreso en 1946 sería alumno de la Escuela de las Américas y del Interamerican Defence College de Washington, donde se lo formaría en guerra antisubversiva.

De regreso a la Argentina, escaló rangos en la jerarquía de la Armada hasta ser nombrado comandante de la fragata ARA Libertad.

El 23 de agosto de 1974 obtuvo el grado de almirante, nombrado por Juan Domingo Perón, siendo el más joven de la Historia Naval Argentina, tras el retiro forzoso de 14 oficiales superiores.

Durante su carrera fue condecorado por los Gobiernos de Chile, Ecuador, Brasil, Paraguay, Bolivia, Peru, Venezuela, Estados Unidos de Norteamérica, Taiwán, Colombia, Corea, España, Gabón, Guatemala, México, Nicaragua, Sudáfrica, y Uruguay. Miembro de la Comisión Directiva del Centro Naval e Instituto de Publicaciones Navales, Socio Honorario dela Liga Naval Argentina, Miembro Académico del Instituto de Ciencias Políticas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Doctor Honoris Causa de la Universidad John F. Kennedy, Periodista Honoris Causa del Instituto Latinoamericano de Intercambio Periodístico, Profesor Honorario de la Universidad del Salvador, entre otros reconocimientos.

El 24 de marzo de 1976, Massera lideró junto con Videla y Agosti el movimiento golpista que derrocó al gobierno de Isabel Perón.

El silenciamiento de la difusión de "ideas opuestas a la civilización occidental y cristiana" redundó en la desaparición de una cifra de 30.000 personas. Incluyendo un importante número de sacerdotes y monjas tercermundistas, pese a lo cual la relación de Massera con la Iglesia Católica fue muy buena.

Massera se separó del gobierno el 16 de septiembre de 1978, cuando aun le faltaban dos años para terminar su Comandancia para dedicarse a la política.

Tras el fin de la dictadura, fue investigado por el organismo creado ad hoc específicamente encargado de la instrucción sobre la guerra sucia y el terrorismo de Estado, la CONADEP; el 16 de enero de 1983, se presenta como candidato a Presidente de la Nación por el Partido para la Democracia Social, pero el 21 de junio del mismo año es detenido por el juez Federal Oscar Mario Salvi por la presunta participación en la desaparición del empresario Fernando Branca, con lo que fue así imposibilitado para participar de la contienda electoral.

El 22 de abril de 1985 fue juzgado por violaciones a los derechos humanos, asesinato, tortura y privación ilegal de la libertad, y condenado a prisión perpetua y pérdida del grado militar por los siguientes delitos: 3 homicidios, 12 tormentos, 69 privaciones ilegales de libertad, y 7 robos.

Sin embargo, el 29 de diciembre de 1990 fue indultado por el entonces presidente Carlos Saúl Menem, y recuperó la libertad hasta 1998, cuando fue nuevamente puesto en prisión preventiva por causas relativas al secuestro y denegación de identidad a menores durante su gobierno.

La orden dictada por la jueza María Servini de Cubría se basaba en que la apropiación de menores y los restantes cargos imputados están considerados delitos contra la humanidad, por lo que no son pasibles de prescripción.

En 2001 el juez federal Gabriel Cavallo declaró anticonstitucionales las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que habían paralizado los juicios contra militares de rango inferior al de coronel durante los 15 años anteriores.

En 2002, tras el estallido de un aneurisma cerebrovascular, fue ingresado al Hospital Militar Central de Buenos Aires. Las secuelas del mismo llevaron a que el 17 de marzo de 2005 fuese declarado incapaz por demencia, y se suspendieran las causas en su contra.

En 2009 comenzó un juicio en ausencia por la muerte de tres italianos durante la dictadura.