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29 de marzo de 2024
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G-20: los países acordaron evitar devaluaciones
El documento final insta a los países a "abstenerse" de hacer devaluaciones competitivas para evitar "guerra de divisas". Abogaron por un FMI "modernizado"
12 de noviembre de 2010
Los líderes del G20 acordaron hacer un llamamiento general para que los países "se abstengan" de hacer devaluaciones competitivas, origen de la llamada "guerra de divisas" que los enfrentó en las últimas semanas.

La cumbre de Seúl finalizó con la emisión de una Declaración final, que fue negociada hasta última hora por las grandes diferencias que tenían los países sobre el tema de las divisas.

Finalmente, los 20 estados llegaron a un consenso general, el de pedir a los países que se "abstengan" de manipular sus monedas como vía para mejorar la competitividad de sus exportaciones.

En un momento, los países incluyeron una mención en la declaración a la necesidad de que no se frene la revalorización de las monedas, en clara alusión a China, pero el gigante asiático logró que se retirara la mención.

En el comunicado, el G20 establece un plan de medidas que se tienen que poner en marcha en los próximos meses para alcanzar en el mundo un "crecimiento sostenido y equilibrado".

Uno de los desequilibrios que hay que atacar es el de la balanza comercial y por cuenta corriente. Los países emergentes, que crecen con fuerza, están consumiendo e invirtiendo mucho menos de lo que producen y gastan, con lo que tienen un fuerte superávit por cuenta corriente.

En cambio, los países desarrollados crecen con timidez y consumen mucho más de lo que producen, con lo que tienen que importar de las naciones emergentes.

En medio de esta situación distorsionada, países como EE.UU. pidieron a los emergentes, y especialmente a China, que potencien su demanda interna para no depender tanto de las exportaciones.

En este contexto, en la Declaración el G20 se compromete a crear en 2011 unas "guías indicativas" que medirán el nivel de desequilibrio en las balanzas por cuenta corriente de los países.

Si esas guías determinan que el desequilibrio llega a niveles peligrosos los países tendrían que tomar medidas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) apoyará en la vigilancia de estos indicadores.