El Poder Ejecutivo de la ciudad presentará un proyecto de ley en la Legislatura para que se baje a 40 kilómetros por hora la velocidad máxima con la que podrán circular camiones, colectivos y micros escolares dentro de la Ciudad de Buenos Aires.

Debido a los casos recientes de accidentes protagonizados por colectivos en las calles porteñas, el Gobierno de la ciudad estudia la posibilidad de una ley para regular la velocidad máxima con la que pueden transitar, según informó el diario Clarín.

El proyecto es una modificación de la Ley 2148 donde quedarían fijados los límite en calles y avenidas a 40 km/h no sólo para el transporte público (como colectivos y taxis) sino también para micros escolares y camiones que transporten desde 12 toneladas en adelante.

Además, la máxima en los pasajes de la ciudad será de 20 km/h, mientras que en las vías rápidas será de 80 km/h (esto afecta, por ejemplo, a la Avenida Lugones). La medida afectaría también a los carriles exclusivos y contracarriles de la ciudad.

Por ahora, el proyecto ya encontró detractores en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), donde no apoyaron la lógica de a menor velocidad, menos accidentes porque "va a provocar un efecto negativo sobre el tránsito" que acabará por alargar los tiempos en los recorridos de los colectivos.

Junto con la modificación del máximo de velocidad para transporte público y de carga, el Gobierno de la Ciudad prevé poner en funciones a 300 efectivos para el control de la nueva norma.

El conductor que no respete la nueva disposición podría perder su licencia si supera un 10 por ciento la máxima permitida (44 km/h), o se le restarán puntos del scoring dependiendo de cuánto supere la marca: 5 si transita a 10 o 20 km/h más, y 10 si se pasa más de 20 km/h.

Por otro lado, la ley estipularía multas para las empresas de colectivos de hasta 10 mil unidades fijas (o 12 mil pesos teniendo en cuenta las ganancias anuales) para las compañías que se nieguen a identificar a los choferes infractores.

Hasta ahora, las quejas por parte de las organizaciones de empresarios se centran en que la medida prolongará el tiempo de los recorridos. "Si bajamos la velocidad de circulación hay que empezar a sumar colectivos para mantener la frecuencia. Supongo que el dinero lo pondrá Ciudad", señaló Daniel Millaci, de la de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros.

"No estamos de acuerdo. Todo el tránsito debe circular con el mismo límite de velocidad. Reducir para un tipo de vehículo puede entorpecer el tránsito y provocar accidentes. Además, los viajes van a demorar más. Los accidentes son en las bocacalles. Habría que desplazar las sendas peatonales de las esquinas. Pero esto cuesta plata", resumió José Troilo, de la Asociación Civil Transporte Público (ACTA).

Pero la velocidad del transporte público no sería el único desafío en las siempre convulsionadas calles porteñas:"Con el tránsito que hay en Buenos Aries, superar los 40 kilómetros por hora es bastante difícil. Habría que cambiar otras políticas negativas que está tomando la Ciudad, como convertir en doble mano avenidas, que se vuelven más peligrosas para los peatones", señaló Eduardo Bertotti, del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV).