En otro paso que refleja el avance de la inseguridad en distintos lugares de la Argentina, un barrio de la Ciudad de Buenos será enrejado por los seguidos robos que se incrementaron en la zona, tras las constantes denuncias realizadas en el lugar.

La medida fue pedida por la directora del Centro de Gestión y Participación número 8, Eva Ferraro, ante "la necesidad de preservar a los vecinos de actos de pillaje y hurto", y publicada en el Boletín Oficial.

Meses atrás el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, había intentado construir un muro para frenar el avance de la delincuencia, pero la iniciativa fue muy criticada y debió dar marcha atrás.

En Capital, el enrejado se aplicará en seis manzanas de Piedrabuena viejo, en la zona que da a la avenida Castañares, justo enfrente de donde la Fundación Madres de Plaza de Mayo levanta un complejo habitacional de 780 viviendas para gente de muy bajos recursos que viven en diferentes villas aledañas.

El monto que se asignó para este proyecto es de 150.000 pesos, para implementar portones de acceso peatonal y vehicular a lo largo de ese perímetro.

Los vecinos se habían quejado por la ola de robos, lo que provocó además el descenso en el valor económico de esas casas pintorescas, ya que en muchos casos las mismas bajaron a casi la mitad del precio que originalmente pedían.

Norberto, uno de los habitantes del barrio, reclamó mayores medidas de seguridad y se quejó porque unos delincuentes rompieron una sala de primeros auxilios que atiende a los habitantes y que por ese motivo hace días que está cerrada.

"Esto así no va más, pedimos que haya mayor control, seguridad, no se puede vivir así", sostuvo el vecino.