25 de abril de 2024
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Brasil inició el asalto a los narcos de Río de Janeiro
La policía, con apoyo de las fuerzas armadas, ingresó en una favela y dio inicio a la operación que busca acabar con el control narco en el complejo Alemão
28 de noviembre de 2010
Centenares de policías, con apoyo de tropas del Ejército y helicópteros artillados, iniciaron el ingreso al gigantesco conjunto de favelas en el que habitan 400.000 personas al norte de Río de Janeiro, bastión de la principal organización delictiva de la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos 2016.
Los efectivos ocuparon algunos de los puntos más altos del morro desde donde se controlan estratégicamente las doce favelas consideradas el principal reducto del crimen organizado carioca.
"Vencimos. Trajimos la libertad para el Complexo do Alemão", señaló el comandante de la policía de Río de Janeiro, Mario Sergio Duarte.
El jefe policial explicó que la toma de esa zona de barrios pobres no está concluida y puede llevar más tiempo, dado que no fueron detenidos los cerca de 500 narcotraficantes con armas de guerra que allí se encuentran.
"Ahora comienza el trabajo de búsqueda y detenciones de los marginales" dijo Duarte, y explicó que fue fundamental el ataque de los helicópteros policiales y el apoyo dado por aeronaves de la Fuerza Aérea Brasileña.
La policía busca acabar con el control que la organización delictiva Comando Vermelho (Comando Rojo) mantiene desde hace dos décadas sobre ese complejo, uno de los dos bastiones del narcotráfico en Rio de Janeiro junto con la Rocinha, la favela más grande de la ciudad.
La ofensiva comenzó cerca de las 8 cuando vehículos blindados policiales irrumpieron en varios puntos de las barriadas del norte carioca, consideradas el mayor bastión del narcotráfico.
Simultáneamente, un helicóptero blindado atacaba con intenso fuego de ametralladora los puntos vitales del teatro de esta operación de guerra urbana.
Unos 2.600 policías y militares participan en el asalto a las comunidades que comenzaron a ser cercadas el jueves último en respuesta a una ola de ataques perpetrados por las bandas de irregulares desde el principio de la semana pasada.
En las primeras horas de esta mañana, los narcotraficantes dispararon contra las tropas policiales y militares apostadas en el ingreso de las favelas. Pero los irregulares prácticamente no presentaron resistencia al ataque por tierra y aire de las fuerzas conjuntas.
El asalto al Complexo do Alemao ocurrió luego de que expiró, en la noche de ayer, el plazo dado por la policía para que los narcotraficantes entregaran sus armas y se rindieran.
Ningún miembro importante de las bandas acató el ultimátum policial cuando fueron detenidos 31 criminales, algunos con rango importante en su organización, la mayoría capturados cuando intentaban huir de las comunidades pobres que controlan desde hace años.
El Complexo do Alemao es un conjunto de favelas y su topografía y alta densidad de población hacen extremadamente peligroso el operativo iniciado por las autoridades, que buscaron sin éxito la rendición de los delincuentes.
La organización Comando Vermelho, que controla el lugar, es la mayor y más antigua facción del narcotráfico de Río.
Nació de una unión de presos políticos del último gobierno militar (1964-85) con reclusos comunes en una aislada prisión local y hoy lucha por sobrevivir tras sangrientas escisiones y luchas internas.
Por otro lado, la más reciente ola de violencia elevó algunas dudas sobre si la ciudad es suficientemente segura para recibir la Copa Mundial de fútbol del 2014 y las Olimpiadas del 2016, incluso aunque las autoridades deportivas señalaron que confían en las medidas de seguridad del Gobierno.