Daniel Scioli caminaba por la Universidad Hebrea hablando maravillas del campus y del nivel académico israelí. "Esto es como una ciudad", insistía, sorprendido, en el laberinto de facultades y jardines, cuando un integrante de la comitiva anfitriona se acercó para decirle algo de cerca. "Va a disertar en el mismo lugar que Cristina Kirchner. Ella nos visitó como senadora y terminó Presidenta", le contó en tono cómplice, según pudo saber el diario La Nación. Scioli, silencioso, respondió con una sonrisa. Y se metió enseguida en el salón donde iba a exponer, ante estudiantes y profesores, sobre "el futuro de la provincia de Buenos Aires".

Transcurría el segundo día del agitado viaje del gobernador en Israel. Una visita que completó ayer, con una agenda similar a la de un jefe de Estado: en menos de 48 horas, se reunió con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y visitó los despachos de tres ministros nacionales. Una gira que buscó levantar su perfil internacional, a cargo de una delegación convencida de cuáles son los objetivos políticos: Scioli prepara la reelección bonaerense, pero aún mantiene vivo en reserva un deseo más profundo: competir por la Presidencia.

"Hay que estar preparado para todo", insistió ante La Nacion una alta fuente de la delegación provincial, después de una de las primeras reuniones en la Ciudad Vieja. Los hombres más cercanos al gobernador lo saben. Le escuchan decir que le gustaría "completar la obra que empezó en la provincia", pero también recuerdan que dice reiteradamente una frase: "Hay que esperar". También suele agregar entre su gente una frase misteriosa: "Todo el que gobierna la provincia de Buenos Aires tiene condiciones para ser presidente".

Scioli, por ahora, mira encuestas. Siempre lo hizo. Quienes mejor lo conocen apelaron aquí a una recordada discusión con uno de los directores de Poliarquía hace ya algunos años. El gobernador le escuchó una noche decir en televisión que no entendía "el milagro de Scioli en los sondeos". El gobernador lo llamó por teléfono. "¿Vos creés que la gente es tonta? ¿Por qué no hablás de cómo laburo todos los días? Acá no hay milagros", le dijo. Scioli hoy sigue escuchando encuestadores.

El gobernador bonaerense sabe que la Presidenta y él subieron sus números en las encuestas después de la muerte de Néstor Kirchner. Dos influyentes ministros bonaerenses, Alberto Pérez (jefe de Gabinete) y Baldomero Alvarez (ministro de Desarrollo) ya hablan de que "Cristina y Daniel deben ir por la reelección". Aquí, argumentaban esas declaraciones con un razonamiento lineal sobre el poder: "La posibilidad de triunfo mantiene ordenado al peronismo".

En la delegación, además, pusieron plazos. Hablan de definiciones electorales para "mayo de 2011". Todos miran a la Presidenta. Por las dudas, fuentes cercanas a la gobernación confirmaron que Scioli ya busca un eventual vice bonaerense. Piensan en un hombre con experiencia y del PJ.

El gobernador, mientras tanto, repite una sola frase: "Hoy mi prioridad es gobernar la provincia". Lo dijo también aquí, entre encuentro y encuentro de su ambiciosa agenda: una sucesión de reuniones de alto vuelo, combinadas con anuncios y con una misión comercial. Scioli visitó al ministro de Seguridad, Yitzhak Aharonovitch, y lo aprovechó para adelantar medidas e intentar descomprimir la crisis de seguridad por el ataque al blindado. Después, se encontró con los ministros de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, y de Industria, Benjamin Ben Eliezer. Al final del día de ayer, se reunió con Netanyahu. Hablaron de la economía argentina ("Estoy gratamente sorprendido de la recuperación de su país", dijo el premier), de los avances tecnológicos israelíes y de la necesidad de "aplicar la eficacia privada a los asuntos públicos". Scioli lo invitó, incluso, a que visite la Argentina.

A lo largo de la gira de Scioli por Israel, primero fue el canciller israelí, Avigdor Lieberman y después el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quienes recordaron a Néstor Kirchner. En sus reuniones con Scioli, Netanyahu le envió a través del gobernador sus "condolencias" a la presidenta Cristina Kirchner por la muerte de su esposo. Posteriormente, Lieberman reconoció al ex presidente por la relación bilateral y "su ayuda para el esclarecimiento de los atentados" a la AMIA y la embajada israelí en Buenos Aires. En la reunión, Scioli le pidió a Lieberman que tenga "confianza" en Cristina Kirchner por su "clara posición" ante Irán.

Pero durante la gira, el gobernador bonaerense no habló ni le hizo consultas a la Casa Rosada sobre los detalles de la visita. Antes de salir de Buenos Aires se había encontrado con el canciller, Héctor Timerman, para tratar temas sensibles. Hoy Scioli regresará al país para reaparecer junto a la Presidenta en un acto .

"Fue mejor de lo que pensábamos -dijo Scioli-. Que reciban a un humilde gobernador bonaerense es muy importante para nosotros." Sonriente, terminó la última charla con la prensa mirando el reloj: "Ahora me tengo que ir. Así que, como dicen acá, shalom ", dijo, y partió de Tel Aviv.