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28 de marzo de 2024
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WikiLeaks con más secretos revelados y escándalos
Documentos filtrados por WikiLeaks desnudan más secretos.¿Evo Morales con cáncer? ¿China le suelta la mano a Corea del Norte? ¿Nadie quiere los presos de Guantámano?
30 de noviembre de 2010
La filtración de más de un cuarto de millón de documentos de la diplomacia estadounidense por parte de WikiLeaks sigue mostrándose como una fuente profunda de la que cada balde que sube a la superficie saca a relucir nuevos secretos sucios y resquemores entre supuestos países que en público exhiben una alianza inquebrantable.

Según cables difundidos por el diario español El País, por ejemplo, la Embajada de Estados Unidos en Madrid desplegó en los últimos años importantes recursos para frenar o boicotear las causas judiciales abiertas allí contra políticos y militares estadounidenses presuntamente involucrados en torturas en Guantánamo, crímenes de guerra en Irak o secuestros en los vuelos de la CIA.

Otro documento muestra una supuesta frustración de China con su aliado comunista de Corea del Norte y especulan con que Beijing aceptaría una futura península coreana unificada bajo el mandato de Corea del Sur.

En el cable filtrado, el entonces vice ministro de Exteriores, Chun Yung-woo es citado diciéndole a la embajadora de Estados Unidos en Corea del Sur que el gobierno de Pyongyang duraría no más de tres años luego de la muerte del enfermo líder Kim Jong Il, quien está buscando transferir el poder a su hijo Kim Jong Un, un veinteañero novato en la política.

Según otro de los textos diplomáticos, publicado en este caso por el diario Folha de Sao Pablo, el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, dijo que el presidente de Bolivia, Evo Morales, padece de "un grave tumor" cerca de la nariz.

El cable del 22 de enero de 2009 dice incluso que Jobim le dijo entonces ex embajador Clifford Sobel que Lula le había ofrecido a Morales que realizara un tratamiento en un hospital de Sao Paulo.

Según el ministro, la dolencia explicaría "por qué Morales mostró estar falto de concentración" en una serie de reuniones.

Uno de los temas en los que más cables incómodos se desnudaron es el de la ofensiva diplomática desplegada por el presidente Barack Obama para tratar de cerrar la prisión de Guantánamo, en Cuba.

Una ofensiva fallida que además de la diplomacia habría incluido presiones y ofertas de dinero a otros países para que acogieran a algunos de los reos.

Según esos documentos, por ejemplo, las dilaciones para recibir a los cinco presos que España se había comprometido a acoger llevaron a Washington a ofrecer a Madrid 85.000 dólares por cada uno de ellos y a poner a distintos países europeos a competir por los presos menos peligrosos.

Los cables también indican el gobierno nortamericano se habría encontrado con que el gobierno de Kuwait se declaró incapaz de hacerse aceptar a sus ciudadanos que salieran eventualmente de Guantanámo porque estaban "podridos" y llegó a aconsejar a los estadounidenses los abandonaran en alguna zona de combate afgana.

Que el rey saudí Abdalá habría propuesto a la Casa Blanca que a los presos liberados se les implantara un chip para rastrearlos por Bluetooth. Que otros países, como Yemen, habrían pedido sumas millonarias para recibir a los reos.

Y que en Afganistán, el gobierno de Estados Unidos pidió al fiscal general, Mohamed Ishaq Aloko, que dejara de autorizar, junto al presidente Hamid Karzai, que se pusiera en libertad a ex prisioneros de Guantánamo sin siquiera juzgarlos.

Un problema aparte lo constituían, según esos documentos, los chinos musulmanes (uigures) prisioneros de Guantánamo: por temor a un conflicto diplomático con Pekín, ningún país los quería y Washington llegó a ofrecer al archipiélago de Kiribati, en el océano Pacífico, al noreste de Australia, inversiones de varios millones de dólares para que allí se quedaran con ellos.

Igual, ninguno de los uigures llegó a Kiribati: cuatro de ellos acabaron en las islas Bermudas, otros seis fueron a la isla de Palau, en el Pacífico, Suiza concedió asilo humanitario a dos de ellos y aún quedan cinco en Guantánamo.