La embajada de los Estados Unidos en la Argentina volvió a lamentar la filtración de un cuarto de millón de cables secretos del Departamento de Estado, intentó minimizar el impacto del incidente en las relaciones de Washington con el mundo y defendió a Hilary Clinton.

Lo hizo a través de la vocera de la representación diplomática norteamericana en Buenos Aires, Shannon Farell. "No somos espías. No hacemos espionaje. Recabamos información. El hecho de que lo hagamos en privado no implica que seamos espías", se defendió la funcionaria en declaraciones a radio El Mundo.

En el mismo sentido, añadió: "Nuestro trabajo es y siempre ha sido generar contactos e informar a nuestro país. Mucha gente no sabe cuál es la función de un diplomático. El tema es que la información debería mantenerse en privado".

"Líder extraordinaria". Farrell concedió que la filtración de los documentos, que hizo el sitio de Internet WikiLeaks, generó un impacto, pero negó que alcance para poner en duda la continuidad de Clinton al frente del Departamento de Estado.

"Entiendo que mucha gente esté incómoda por lo que está escrito en los informes. Nosotros también sentimos incomodidad. Pero esto se da en todos los países. La diferencia es que nuestros informes se publicaron", planteó.

En este punto, le preguntaron por una eventual renuncia de la ex primera dama. "No va a haber renuncia de Clinton. Para nosotros es una líder extraordinaria. También dudo mucho que haya cambios entre embajadores y funcionarios de alto rango del Departamento de Estado".

Por otra parte, buscó llevar tranquilidad a futuro. "Queremos asegurar a todos nuestros contactos y aliados, a las personas con quien trabajamos que estamos trabajando intensamente para asegurar y reforzar las medidas de seguridad para que esto jamás vuelva a pasar. Estamos tratando de prevenir otro incidente como este", afirmó.

Por otra parte, intentó dar por superado el incidente por las duras definiciones que se le atribuyen a la embajadora Vilma Martínez respecto de Mauricio Macri. "El hecho de que un cable lleve su nombre [el de la embajadora] no quiere decir que sea autora del cable. Cuando está reunida con alguien, por lo general hay un funcionario de menor rango que es quien normalmente escribe el cable", explicó.

En un telegrama de noviembre de 2009, posterior a un encuentro entre Martínez y Macri, se le atribuye la siguiente frase a la embajadora: "La reunión sirvió para recordarnos su brusquedad, su maniquea visión del mundo y su incomodidad con las sutilezas de las comunicaciones interpersonales. Cortó la reunión abruptamente a los 20 minutos".

Respecto de las intenciones del Departamento de Estado de disculparse con los países aludidos en los documentos filtrados, Farrell planteó: "Estamos tratando de llamar a funcionarios de los 190 países. Pero tenemos una sola secretaria de Estado y no hay gran cantidad de funcionarios de alto rango en el Departamento. Va a llevar tiempo. Pero la idea es completar las muchas llamadas que están pendientes".