Por Roberto Aguirre Blanco de la redacción de Asteriscos.tv

Esa sana costumbre de los 70 con ocho títulos internacionales en cinco años engolosinó a los hinchas de Independiente que fue dueño y señor del fútbol mundial en aquellos años y dio alimento a su fama de club copero.

Una actitud que comenzó en los 70, tuvo otro pico de gloria en los 80 y cerró un número soñado de copas en los 90 para llenar sus vitrinas de trofeos queribles.

Ninguno de los que estuvieron en juego entre 1961 y 1995 faltaron en ese lugar de exposición y escribir el nombre de Independiente como ganador fue una costumbre que fue el orgullo de miles de hinchas.

De aquellas dos primeras copas Libertadores de 1964 y 1965 con el equipo que tenia como figuras a Ramón Navarro, Jorge Maldonado, José Pastoriza, Raúl Bernao y el goleador Mario Rodríguez quedaron selladas como las primeras grandes conquistas.

Una década después comenzaría la �era de oro� del rojo con ocho títulos en seis años entre 1972 y 1976 que incluyeron tres torneos distintos, Copa Libertaodores, Interamericana e Intercontinental.

En el torneo sudamericano fue imparable, ya que ganó cuatro títulos consecutivos entre 1972 y 1975 con la particularidad que en esos años lo hizo con entrenadores distintos.

El primer trofeo de 1972 fue con una generación que tenía como figuras a José Pastoriza, Eduardo Maglioni, Dante Mircoli, José Raimondo, Elvio Pavoni y José Santoro, entre otros.

Pero, la gran revolución llegó un año después cuando volvió a ganar la Libertadores, luego la Interamericana y finalmente en un partido soñado, la ansiada Intercontiental ante Juventus, en un solo partido disputado en Roma.

El gol del título esperado lo marcó una de sus nueva figuras llamadas a convertirse en uno de sus máximos ídolos: Ricardo Bochini.

Ya por entonces el �Bocha� jugaba con su gran socio Ricardo Bertoni, en un cambio generacional de un equipo que luego ganó dos Libertadores mas y la misma cantidad de Interamericanas.

En 1984 volvió con toda su fuerza la mística copera cuando el �rojo� tras varios años sin jugarla volvió a ganar la Copa Libertadores en una final inolvidable ante el Gremio de Brasil.

Esa séptima copa continental lo habilitó para llegar por primera vez a Japón a jugar la Copa Intercontinental ante el poderoso Liverpool de Inglaterra donde la obtuvo tras vencer 1 a 0 con un gol de José Percudani.

Fueron los últimos títulos del �Bocha� en un equipo de grandes figuras con Claudio Marangoni, Enzo Trossero, Carlos Enrique, Giusti, Carlos Goyen y dirigidos por José Pastoriza.

Los años siguientes no fueron tan exitosos pero la ausencia de título no le quito el mote de �Rey de Copas� que revalidó en 1994 y 1995 con sus últimos títulos.

Por dos años consecutivos fue ganador de la Supercopa Sudamericana, la primera de 1994 con un equipo brillante dirigido por Miguel Brindisi con Daniel Islas, Pablo Rotchen, Hugo Pérez, Gustavo López, Alverio Usuriaga y Sebastian Rambert, entre otros.

Ese título le permitió llegar nuevamente a Japón esta vez para jugar ante Vélez por la Recopa que le ganó al equipo de Liniers.

El último trofeo que levantó hace 15 años fue la Supercopa cuando ganó la final al Flamengo tras vencer en Avellaneda y perder en el Maracaná donde logró dar la vuelta olímpica.

Ese fue un equipo más �gasolero� comparado al de 1994, fue dirigido por Miguel Angel López, otro ex gran campeón del rojo como jugador, con figuras como Faryd Mondragón y el "pájaro" Domizzi.

Quince años después levanta una nueva copa, esta Sudamericana, que es la única que faltaba a su tribuna.

¡Honor a su rica historia, salud Campeón!