Hacer una película sobre uno de los libros más leídos y polémicos no es tarea sencilla, y tal vez por eso fue un fiasco la presentación de "El Código Da Vinci" en el festival de Cannes, y la crítica recibió a la obra con frialdad, también en la Argentina.

Más allá de avatares religiosos y políticos, que los hay y muchos, lo primero que cuestionan los especialistas es que la novela fue trasladada casi literalmente al cine.

Según Diego Lerer, del diario Clarín, la película "sigue casi al pie de la letra el best-seller de Dan Brown", y eso no es bueno.

"El problema es que, como thriller, la película no funciona. Un vez que Langdon y Sophie descifran la primera clave (ver El anagrama) lo más difícil es creerles", señala Lerer, enviado especial a Canne.

Además, advierte que "subestimar la inteligencia del público es el peor pecado de El Código Da Vinci".

Más allá de la mala recepción de la crítica, se espera que la película tenga un alto nivel de espectadores, apoyada en que tendrá un récord de exhibición en las salas argentinas, con 208 pantallas.