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Esteban Bullrich: "Tenemos que recuperar la autoridad"
El titular de la cartera de Educación dijo que el respeto debe recuperarse no sólo en las escuelas, sino también en toda la sociedad. El problema de la violencia escolar
9 de enero de 2011
El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, afirmó que los dirigentes tienen una "responsabilidad de que la autoridad se recupere no sólo en las escuelas, sino en toda la sociedad".

Consideró que la crisis que tuvo en la Argentina en 2001 hizo que la escuela pasara a ser principalmente un espacio de contención social, pero ese hecho hizo que se perjudicara la calidad educativa.

Bullrich, que cumplió su primer aniversario en el cargo, dijo durante una entrevista con La Nacion que todos los que trabajan en la educación saben que el nivel de la Argentina en ese rubro debe mejorar.

Responsabilizó a la oposición en la Legislatura por no haber votado el presupuesto 2011, y ató la suerte de un aumento salarial docente a la responsabilidad y voluntad de los demás partidos políticos. Dijo también que un incremento salarial de los docentes deberá estar vinculado en el futuro a una mayor calidad en la enseñanza que brindan. Esta es una síntesis de la entrevista:

-¿Cómo prevé la discusión paritaria este año?

-Tenemos un problema claro, que es la falta de presupuesto votado. Sin presupuesto, yo no tengo norma legal para dar aumento. Esperamos que la oposición recapacite en febrero y podamos tener un presupuesto para, entre otras cosas, trabajar el tema salarial docente y conversar sobre la calidad educativa.

-Parece poco probable que los docentes acepten comenzar las clases en tiempo y forma sin aumento salarial.

-Yo tengo que trabajar con el presupuesto del año pasado, que, obviamente, no incluye un reacomodamiento salarial. Si no aumentan la partida, por más que esté recaudado, sería un delito penal que yo dé plata a los maestros. Necesito que la Legislatura actúe. La oposición tiene la responsabilidad de votar el presupuesto. Tenemos que saber dónde invertir el dinero, por ejemplo, en tecnología y en buenos salarios docentes, pero esos mejores sueldos deben estar reflejados en una mejora sustancial de la calidad del docente que está frente a cada uno de los alumnos.

-¿Cuáles considera que han sido sus logros en materia educativa?

-Lo más importante es lo que se trabajó en la capacitación docente. Por ejemplo, vimos una falencia grande de los chicos de primaria en matemática e hicimos una capacitación docente obligatoria.

-¿Es decir que el bajo rendimiento de los alumnos hay que atribuirlo directamente a la falta de capacitación docente?

-Nosotros entendemos que la calidad educativa en la escuela la fija el maestro. Por eso le damos tanto énfasis a la capacitación docente, en su formación y a lo largo de toda su carrera. Resuelto el problema de infraestructura o superada la emergencia, es el momento de ocuparse de estas cosas, para no ser un ministro de Educación que se ocupa el 70% del tiempo en los ladrillos y sólo un 10% en otras cosas. La idea es, justamente, revertir esto. Vamos a hacer una evaluación censal a alumnos de quinto año para saber si estamos enseñando lo que tienen que saber. Hay una gran deserción, y es porque no le estamos dando las herramientas al chico para que sienta que la escuela le sirve para progresar.

-¿Qué lugar ocupa la escuela en la inserción social?

-El foco dentro de la escuela es la formación de ciudadanos, y en esa línea la escuela ya actúa como un espacio de contención. Sin embargo, la capacidad y responsabilidad de formación que tiene la escuela no la está ejerciendo en su totalidad. Es verdad que hoy tenemos peor calidad; se ve en los exámenes de ingreso en la universidad, en los exámenes internacionales y en las evaluaciones que hace la ciudad.

-¿Cómo analiza los resultados de la evaluación Pisa, por la cual la Argentina quedó en 58° lugar entre 65 países evaluados?

-Debido a la fuerte crisis social que tuvo la Argentina en 2001, el país pasó por un período en que la escuela, por obligación, pasó a ser un espacio de contención social. Eso ha perjudicado la calidad educativa de los chicos. Obviamente, ése tiene que ser el punto para mejorar. El planteo de cuestionar la prueba en sí es un planteo menor, porque todos los que estamos en educación sabemos que necesitamos mejorar la calidad educativa. Y creo que eso se logra con la mejora del docente.

-¿Qué medidas toman para disminuir la desigualdad educativa?

-Hay superpoblación en las escuelas de la zona sur y estamos construyendo más escuelas, trabajando en la educación inicial e incrementando la capacidad de recepción de chicos. Allí, la complejidad social es diferente y estamos poniendo equipos pedagógicos cada cinco escuelas, para que trabajen con los docentes. Se trata de una ayuda más cercana y regular. Los alumnos necesitan atención personalizada y en grupos grandes es difícil lograr esto. Son 350.000 los chicos del sistema. Además, fortaleciendo los programas Maestro + Maestro, que ayudan a repensar la enseñanza en los primeros grados. Hay muchos chicos que entran a primaria sin educación inicial y tienen más dificultades para empezar a leer en primer grado. Se debe a que hoy, en educación inicial, están, al menos, reconociendo letras. En las zonas marginales de todo el país, hay índices de repitencia mucho más altos en primer grado, debido a este problema.

-En relación con los casos de violencia escolar, ¿cómo pueden ejercer su autoridad las maestras?

-Tenemos responsabilidad como dirigentes de que la autoridad se recupere no sólo en la escuela, sino en toda la sociedad. Cuando uno ve cómo se aplica la idea de defender los derechos avasallando los de otro, es parte del desorden que hay. Es algo que trasciende la escuela. En la sociedad, tenemos un problema con las palabras "orden" y "autoridad", que son automáticamente asociadas por algunos sectores políticos a la dictadura. No tiene nada que ver. Las sociedades maduras republicanas funcionan dentro de un esquema de autoridad en el que viven en orden. El respeto a la autoridad tiene que partir de los padres; si ellos no la respetan, los chicos no lo van a respetar. Toda la descomposición social hizo que perdiera autoridad no sólo el maestro, sino la institución en sí. Tenemos que recuperar al maestro para recuperar la escuela.