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28 de marzo de 2024
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Funerales de Pinochet, mucha tensión y saludos neonazis
Su familia reivindicó el golpe de Estado del 73 en la despedida en la Escuela Militar. Y algunos jóvenes hicieron el saludo neonazi. La herencia de un dictador que dividió al país
12 de diciembre de 2006
Los funerales del ex dictador chileno Augusto Pinochet se realizaron este martes en un marco de tensión y con un fuerte dispositivo de seguridad en marcha.

Familiares del dictador efectuaron duras alocuciones durante la ceremonia fúnebre en la Escuela Militar.

Lucía Pinochet, su hija, reivindicó el golpe militar.

Augusto Pinochet nieto fue uno de los oradores de la ceremonia para despedir los restos del ex general en la Escuela Militar.

Alabó a su abuelo por derrocar el "modelo marxista no mediante el voto, sino más bien, derechamente por el medio armado".

Lucía Pinochet, su hija, reivindicó el golpe militar. "Sé que para usted sería el mejor regalo ver a su pueblo reunido hoy aquí, vitoréandolo, gritando su nombre y manteniendo viva la llama de la libertad que un día de septiembre de 1973 sembró en nuestro país para siempre", dijo ante los presentes.

Sus restos serán entregados a su familia y cremados después de una última misa de exequias en el patio de la Escuela Militar en la que son velados desde ayer y por la que, según los medios chilenos, ya pasaron más de 50.000 personas.

Una imagen del velatorio del ex dictador chileno Augusto Pinochet que recorrió el mundo entero fue capturada en una foto que muestra a tres jóvenes que realizan el saludo fascista frente al féretro.

Entre los jóvenes que se acercaron hasta la Escuela Militar de Santiago (de los cuales muchos no habían nacido en 1973) para ahora rendir tributo, se destacó un grupo de veinteañeros neonazis que alzaron sus manos frente a los restos de Pinochet.

Como signo de la evidente división que todavía provoca la figura del ex gobernante de facto, a esa misma hora los detractores del fallecido general retirado se reunieron frente al Palacio de La Moneda, la sede del gobierno chileno, para rendir un homenaje a Salvador Allende, el presidente constitucional al que Pinochet destituyó con el golpe de Estado que dio el 11 de setiembre de 1973 con el que inició un período de 17 años durante el que gobernó el país con mano de hierro.

Pese a que no hubo una procesión fúnebre, la simultaneidad de dos manifestaciones antagónicas de fuerte contenido emotivo y, seguramente, numerosos adherentes encendió las alarmas y despertó la inquietud del gobierno, que decidió desplegar un amplio operativo para evitar incidentes.

En la escuela militar, además de la misa, hubo cuatro discursos pronunciados por Carlos Cáceres, en nombre de los ex ministros de Pinochet; Hernán Guiloff, de la fundación que lleva el nombre del ex dictador; Lucía, una de las hijas del fallecido, y el general Oscar Izurieta, jefe del Ejército.

El oficio religioso será encabezado por el obispo general castrense Juan Barros Madrid.