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27 de abril de 2024
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Uno de cada tres colectivos cruza con el semáforo rojo
Así surge de un estudio oficial. Inspectores detectaron que el 30% de los colectiveros maneja en forma brusca. Y casi el 40% va más rápido que los otros vehículos
14 de enero de 2011
No es una novedad para nadie. Pero la cifra así expuesta causa temor: uno de cada tres colectivos cruza con el semáforo rojo. Inspectores descubrieron que el 30% de los colectiveros maneja en forma brusca. Y casi el 40% va más rápido que los otros vehículos.

Estos datos surgen de un estudio oficial, elaborado en conjunto por organismos estatales de la Nación y la Ciudad: está firmado por Antonio Sícaro, interventor de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), y Lisandro Ferrali, presidente del Ente Regulador de Servicios Públicos porteño.

Este trabajo de investigación fue prácticamente el único resultado concreto de una promocionada reunión que se hizo en agosto del año pasado en la Casa de Gobierno, entre funcionarios de la Ciudad y la Nación, encabezados por el ministro del Interior, Florencio Randazzo. El motivo de ese encuentro fue dar una señal por el crecimiento de los accidentes con colectivos. De hecho, la cuenta de 2010 cerró con 29 muertes , cuando en 2009 habían sido 12. Esta semana se registró la primera víctima de 2011, cuando un interno de la línea 19 arrolló a una mujer en Villa Crespo.

Luego de esa reunión se anunciaron una serie de medidas para aumentar la seguridad (la más destacada fue que se colocarían GPS en todos los colectivos, para controlarles la velocidad), pero la realidad es que los funcionarios no cumplieron casi ninguna .

En el marco de esta investigación, inspectores de las dos reparticiones, que viajaron en parejas como pasajeros comunes , hicieron 464 viajes en 131 líneas, equipados con GPS, en lo que fue el trabajo de campo. Además, se entrevistaron choferes y empresarios.

En esos 464 viajes fueron 111 los semáforos pasados en rojo o amarillo. Y en un 38% de los casos los conductores desarrollaron una velocidad superior a la del resto del tránsito. En cuanto a los factores que inciden en las infracciones de tránsito de los colectiveros, el principal no es la conducta de los choferes, sino el tránsito desordenado . En esta categoría se incluyen los problemas que causan los autos y también los volquetes estacionados donde no deben.

De todas maneras los colectiveros se defienden. Si bien reconocen sus responsabilidades, dicen que en la mayoría de las líneas la jornada laboral supera las ocho horas; que no se respetan los horarios de descanso; que los horarios de los recorridos los invitan a pasar con luz roja y que el mantenimiento de los colectivos es de regular a malo.

Algunos contaron que no tienen baños en las cabeceras o que las empresas sacaron unidades y achicaron horarios e incluso que la continuidad de los subsidios estatales al transporte público hace que no les convenga salir a trabajar.

La mayor parte dijo que “el cansancio, el nerviosismo y el apuro” son las causas de los accidentes cuando la responsabilidad es de ellos. Para reforzar esa postura, la mitad advirtió que las últimas vueltas son consideradas las más riesgosas. Y dijeron que no son los peatones, sino las motos y las bicicletas , los agentes más riesgosos en las calles y avenidas de la Ciudad.

Fueron los propios conductores (en un 78% de los consultados) los que reconocieron que necesitan más capacitación.

En el momento de las conclusiones, el trabajo advierte que el panorama es de tal complejidad “que la seguridad vial no puede ser alcanzada en el corto plazo”.

Entre las primeras medidas que se requieren figuran la limitación de la velocidad, la sanción efectiva a los choferes y la capacitación.

“La limitación de velocidad –se aclara– refiere a que el colectivo desarrolle una velocidad igual a la del resto de los vehículos, independientemente de los valores máximos permitidos para cada arteria sin distinción de tipo de vehículo”. Esa concepción choca con la manifestada por el Gobierno de la Ciudad, que recientemente anunció –aunque nunca envió a la Legislatura– un proyecto de ley tendiente a colocar un tope de velocidad más estricto para los colectivos que para el resto del tránsito.