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29 de marzo de 2024
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Cristina le otorgó a Moyano $ 250 M para obras sociales
Es parte de un fondo de $ 6200 millones que reclama el sindicalismo; durante 2011 el Gobierno repartirá $ 1000 millones. El monto representa menos del 5% de lo reclamado
28 de enero de 2011
El Gobierno le cumplió la primera promesa del año al jefe de la CGT, Hugo Moyano,: mediante un decreto de necesidad y urgencia dispuso el reparto de $ 250 millones entre todas las obras sociales. El dinero es parte de un fondo que desde hace años se acumula en una cuenta del Banco Nación y que, hoy por hoy, tiene un saldo de alrededor de $ 6200 millones, según estimaron en el sector sindical.

Aunque el monto liberado representa menos del 5% de lo reclamado, los dirigentes recibieron también una promesa, según pudo saber La Nacion de fuentes involucradas en la gestión: el objetivo del Gobierno es entregar $ 1000 millones a lo largo de 2011, divididos en cuatro etapas, informó el diario La Nación.

Así, en el último año de su mandato presidencial, Cristina Kirchner les hace un guiño a los gremialistas, con una medida que no había tomado antes ni ella ni su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, y que involucra un tema muy sensible a los intereses de los gremios.

Se trata de recursos que provienen de los aportes y contribuciones que hacen los asalariados. Según dispone el régimen legal, un 15% tanto del descuento del salario bruto (del 3%) como de la carga social a cargo del empleador (de otro 6% sobre igual base), se destina al llamado Fondo Solidario de Redistribución. Desde allí hay, en primer lugar, una distribución automática para garantizarle a cada obra social un ingreso mínimo mensual por cada afiliado.

Una vez hecho ese reparto -que beneficia a los sindicatos que tienen trabajadores con menores salarios- el resto del fondo queda en una cuenta. Y desde allí se va derivando periódicamente dinero a la Administración de Programas Especiales (APE). La APE tiene la misión de pagar, contra la presentación de la documentación que acredite las prestaciones, las prácticas de alta complejidad que hacen las obras sociales (como si fuera un seguro).

Pero desde mediados de los 90, ese organismo quedó incluido en el presupuesto nacional y, por lo tanto, sólo recibe las partidas que hayan sido aprobadas. Anteayer se derivaron a ese fin $ 276 millones, que es la cuota que dispuso la Superintendencia de Servicios de Salud para pagar reintegros por prácticas sanitarias durante el primer trimestre.

Pero según se estima, el monto recaudado supera por amplio margen el contemplado en el presupuesto que, en 2010, por caso, fue de $ 1090 millones. Esa diferencia entre ambos montos genera la acumulación de un saldo en el Banco Nación que, según prevé la ley de obras sociales, debería distribuirse al finalizar cada año, algo no estaba ocurriendo.

En el DNU publicado en el Boletín Oficial, que lleva el número 77, se cambiaron los criterios para hacer el reparto. Según preveía la ley, la distribución debía ser proporcional al número de afiliados.