El juez federal de San Martín Juan Manuel Yalj aseguró que dos de los cuatro frenos de la locomotora del tren de la empresa Ferrobaires que chocó a otro convoy en San Miguel y provocó al menos cuatro muertes, "estaban anulados", uno con clavos y el otro con un candado.

Yalj dijo además que caratuló la causa como "homicidio culposo" y que mañana indagará al maquinista y a su acompañante, porque todavía "se está trabajando" en la recolección de pruebas.

El magistrado dijo en declaraciones radiales que "a primera vista, las señales funcionaban correctamente" y que "no nos explicamos todavía qué pasó.

"Salvo que las pericias que tengamos que hacer del sistema de frenos de máquina y vagón nos den lo contrario, a primera vista parecería que estamos frente a un error humano", advirtió el magistrado.

Los dos maquinistas de la formación de Ferrobaires involucrada en el choque de trenes permanecían hoy detenidos e incomunicados acusados de homicidio culposo y mañana serán indagados por el juez.

Los maquinistas fueron identificados como Sergio Balbi y Pablo Raviola, quienes estaban al frente del tren de Ferrobaires que chocó a la formación del ferrocarril San Martín, en un accidente que dejó como saldo al menos cuatro muertos y más de 100 heridos.

Desde la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria (UGOFE), que agrupa a las empresas concesionarias a cargo del servicio de trenes, admitieron que "se presta el servicio en las condiciones en las que se puede".

Su vocero, Eduardo Montenegro, negó que la gente "se resigne" a viajar hacinada, "sino que prefiere el tren", aun cuando deba desplazarse "no en las mejores condiciones", porque "presenta ventajas comparativas con otros medios de transporte que son abismales".

"Se presta el servicio en las condiciones en las que se puede. Si un servicio ferroviario duplica el volumen de sus pasajeros quiere decir que hay una demanda sostenida muy grande", sostuvo Montenegro.