El empresario textil José Ignacio de Mendiguren volverá a ser, a partir de fines de abril, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA). Su nominación quedó confirmada cuando el otro candidato de peso que terciaba por ese puesto, Adrián Kaufmann Brea, ejecutivo de Arcor, resolvió retirar su postulación.

La decisión de Kaufmann, cuya candidatura estaba fuertemente impulsada por Techint, permitió descomprimir la tensión en la cúpula empresaria y evitar una posible ruptura del grupo Industriales, la línea interna de la UIA que debía proponer el presidente para el mandato 2011-2013. La otra línea, Celeste y Blanca, analizará hoy la propuesta que encabeza Mendiguren, pero todo indica que no la vetará y aprobará así la continuidad del pacto de alternancia que rige desde 2005.

La posibilidad de realizar elecciones para elegir al nuevo presidente -una iniciativa formulada por Javier Madanes Quintanilla (Aluar) y Cristiano Rattazzi (Fiat)- quedó así descartada. "Gracias a un renunciamiento importante de Adrián, que declinó su candidatura en vistas del proyecto que lleva adelante Mendiguren, el grupo Industriales ya definió su candidato", confirmó el presidente de esa línea interna, Ricardo Khayat (Unión Industrial del Chaco). "El objetivo fue privilegiar la cohesión y la unidad del grupo."

Un factor clave para lograr el consenso fue la decisión de nombrar a Luis Betnaza (Techint) vicepresidente primero y a Kaufmann vicepresidente tercero. El puesto de vicepresidente segundo, al igual que el estratégico cargo de secretario, será ocupado por representantes de la lista Celeste y Blanca.

"Todavía no está decidido quién ocupará esos cargos; falta mucho", dijo Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza), el representante de la Celeste y Blanca que ocupa interinamente la presidencia de la UIA por la renuncia de Héctor Méndez a comienzos del mes pasado.

Uno de los nombres que sonaban ayer para ocupar la secretaría (que hoy está a cargo de Mendiguren) era el de Juan Carlos Sacco (industria gráfica), aunque también había versiones que señalaban que la poderosa Copal reclamaba ese puesto para algún representante del sector alimentario.

La interna en el grupo Industriales implicaba indirectamente el tipo de perfil que asumirá la UIA frente al Gobierno. Mientras la línea impulsada por Techint promovía un distanciamiento más claro respecto de la Casa Rosada, Mendiguren cultiva buenos vínculos con algunos integrantes del Poder Ejecutivo, como el ministro de Planificación, Julio De Vido. El futuro presidente de la UIA se presenta como desarrollista y apoya en líneas generales el actual modelo económico, aunque a la vez expresa algunas críticas respecto de otras áreas de la gestión gubernamental.

Pero los contactos políticos del dueño de la fábrica Texlonas exceden al kirchnerismo. De hecho, él mismo fue ministro de Producción durante el gobierno de Eduardo Duhalde, en 2002. En aquella ocasión debió renunciar a su primer mandato de la UIA, para el que había sido elegido un año antes.

El acuerdo que le permitirá a Mendiguren volver a la presidencia de la UIA comenzó a gestarse el domingo por la noche en una larga comida que compartieron Mendiguren, Kaufmann y Betnaza en un restaurante de Pilar. Anteayer, los tres directivos se dedicaron a una serie de consultas hasta que, por la noche, se juntaron nuevamente y les comunicaron la decisión a Khayat y a Guillermo Moretti (Federación Industrial de Santa Fe).

Ayer al mediodía, el consenso fue comunicado al conjunto del grupo Industriales. Medio centenar de empresarios aprobaron la propuesta (y destacaron, en particular, el gesto de Kaufmann). Khayat fue el encargado de comunicarle el acuerdo a Sacco, su par de la Celeste y Blanca, antes del inicio de la reunión de la Junta Directiva de la UIA.

Según algunos testigos, la noticia despertó "sorpresa" entre los empresarios de la Celeste y Blanca. "Algunos se sorprendieron gratamente, pero otros que buscaban ir a elecciones no tanto", señaló un empresario.