El ministro de Economía, Amado Boudou, se definió a sí mismo como "desenfadadamente pro-Estados Unidos", aunque acotó que tenía que "ser cuidadoso en miminizar eso públicamente".

Boudou expuso su afición por Estados Unidos el 3 de noviembre de 2009, y también le confesó a la embajadora Vilma Martínez que le gusta "esquiar cada temporada en Aspen y surfear en las playas del área de San Diego".

Más aún, "se describió a sí mismo como un fan de la Liga de Fútbol Nacional", según surge de un cable del Departamento de Estado que obtuvo WikiLeaks.

"Su familiaridad con los Estados Unidos se manifiesta en la facilidad con la que se refiere a sus interlocutores, aunque no en las políticas económicas que ha llevado a cabo para este gobierno populista", reportó en el comentario que la embajada envió a Washington.

Meses atrás, Boudou había calificado las filtraciones de WikiLeaks como "pavadas" que "no están en el corazón de la información diplomática estadounidense".

La reunión entre el ministro y Martínez ocurrió en el Palacio de Hacienda, con el fin de que la embajadora hiciera su primera presentación formal ante Boudou, aunque abordaron "la última oferta" del Gobierno con los holdouts y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París, "cuando el espacio político lo permita".

Boudou incorporó otro asunto al temario, según el cable de la embajada. "Pidió también que se incluyera a la Argentina en el itinerario de una visita a América del Sur del presidente Obama".