El consorcio aeronáutico europeo Airbus ha sido imputado por "homicidio involuntario" por el accidente de un avión de Air France que cubría la ruta Río de Janeiro-París en junio de 2009, suceso en el que murieron 228 personas.

El presidente de Airbus, Tom Enders, confirmó el procesamiento de la compañía, fabricante del A330 estrellado, aunque lamentó "la ausencia de hechos" que sustentan esa acusación. "Juzgamos -la decisión- prematura", añadió Enders en sus críticas a la juez Sylvie Zimmerman.

Las pesquisas continúan dos años después. "Continuaremos cooperando en la investigación y en la próxima fase de búsqueda de las cajas negras", señaló el presidente de Airbus. A finales de marzo se iniciará una nueva búsqueda de los registros del accidente en una nueva zona de 10.000 kilómetros cuadrados, un rastreo que se extenderá hasta julio en tres etapas de 36 días cada una.

Sólo un 3% del avión y unos 50 cuerpos fueron recuperados del accidente. Según la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), la sonda Pitot del avión, utilizada para medir la velocidad del aparato, falló durante el vuelo, aunque no cree que ello fuera el origen de la catástrofe.