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26 de abril de 2024
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Alquilar cuesta 3 veces menos que pagar cuota hipotecaria
Rentar un inmueble de 60 metros cuadrados costaría, en promedio, unos $ 1.250 en la periferia porteña. La cuota de un crédito a 20 años rondaría los $ 3.600. Misión imposible comprar
24 de marzo de 2011
Cada vez es más difícil acceder a la vivienda propia.

Ya sea por la falta de crédito hipotecario accesible, por la dinámica ascendente de precios de los inmuebles, la inflación general o por los bajos salarios que existen en la Argentina en comparación a otros países comprarse un departamento parece una misión imposible.

Un informe de la consultora abeceb.com arribó a la conclusión de que hoy es mucho menos costoso alquilar un departamento que comprar uno, ya que, más específicamente, rentar un inmueble cuesta tres veces menos que pagar la cuota de un crédito hipotecario en el mercado financiero argentino.

A pesar de los rumores que surgieron a principios de marzo acerca de que el Gobierno estaba preparando la presentación de créditos hipotecarios a tasas subsidiadas -algo que fogoneó la presidenta Cristina Kirchner en su discurso en la apertura de las sesiones- aún no existen líneas que permitan acceder a la vivienda propia a la clase media.

El ministro de Planificación, Julio De Vido, estaba gestionando la ayuda del Banco Nación para subsidiar créditos hipotecarios a afiliados de los sindicatos.

El estudio de abeceb.com tomó como ejemplo el caso de un departamento nuevo de 60 metros cuadrados contra el alquiler de otro de similar tamaño en Capital Federal. El valor de un inmueble de estas características ronda alrededor de los 275.000 pesos (o 69.000 dólares). Esto si se trata de un barrio con uno de los menores valores de metro cuadrado de la capital.

"En la Argentina, dicho financiamiento llega hasta el 70% del valor de la vivienda y se calcula con el sistema francés. Así, para el caso analizado, con un crédito a 20 años a la tasa promedio de mercado que se consigue hoy en día (25,4% si se suman los costos financieros), la cuota inicial que se debe abonar por el crédito es de $ 3606, mientras que por un departamento alquilado de las características mencionadas se paga, en promedio, entre 1200 y 1300 pesos", estimó la investigación.

A pesar de que tanto un alquiler como el precio final de un departamento de 60 m2 son más altos -en el mercado- de los que se reflejan en el ejemplo que ofrece abeceb.com, en la consultora de Dante Sica afirmaron que se trata de inmuebles no situados en los barrios caros de la ciudad sino mayormente en la periferia, y explicaron que el ejemplo busca "poner el foco en el problema de acceso que existe hoy a la vivienda y en la relación entre la compra y el alquiler, y no en la dispersión de precios existentes".

A pesar de las cifras que da el informe de la consultora para ejemplificar, cabe aclarar que haciendo un rápido relevamiento por los sitios que comercializan inmuebles -para venta y alquileres- se observa que tanto un alquiler como el precio final de un departamento de 60 m2 son más altos de los que se reflejan.

Según el documento, se trata de un escenario muy distinto a lo que se vivía en la década de la convertibilidad. En ese momento, alquilar un departamento de la misma superficie podía costar cerca de $ 500 (convertibles a dólares), mientras que la cuota inicial de un hipotecario estaba $ 617.

"La diferencia entre alquilar y comprar era sustancialmente menor a la que se presenta hoy en día", indicaron en abeceb.com.

Desde el sector inmobiliario confirmaron la información. "Depende de la ubicación y tipo de inmueble, pero comprar un inmueble duplica o triplica el pago de un alquiler. Y esto se debe básicamente a que el valor de venta está nominado en dólares y los alquileres que paga el común de la gente son en pesos; nunca se dolarizaron", estimó a lanacion.com Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario.

Tal diferencia entre la era posdevaluación y la década anterior se entiende -según el informe- porque tras la pérdida de valor de la moneda argentina en relación al dólar en 2002, los precios de las viviendas en Capital Federal crecieron un 460% y los salarios se expandieron un 270%. En cambio, los alquileres aumentaron un 130%.

El crédito. "Actualmente, el acceso al financiamiento es bastante complicado, dado que el costo financiero total de la oferta actual de créditos es alto. En el caso anterior, si una familia desea acceder a una financiación del 70%, debe contar con ingresos superiores a los $ 9900. Además, debe poseer un ahorro previo de $ 82.300 (casi US$ 21.000), que de por sí ya es difícil, en una contexto de elevada inflación", estimaron los especialistas.

"Otro tema que juega en contra es que las tasas de los hipotecarios son relativamente altas en comparación con las tasas de los 90. La realidad es que los bancos después de 2002 no activaron líneas de créditos atractivas para la gente. Hoy no están dispuestos a bajar la tasa", ratificó Gómez Picasso.

Según el especialista, con el actual nivel de precios es difícil que las entidades financieras privadas decidan lazar este tipo de créditos. En el caso de los bancos públicos -explica Gómez Picasso-, el Estado, con el actual déficit habitacional, debería destinar una gran masa de recursos a subsidiar la tasa, lo que no parece posible.

La falta de créditos hipotecarios está directamente relacionada con la inflación que existe en el país.

"Los fondos que prestan los bancos no son de los bancos sino de los depositantes. No podemos prestarlos a cualquier costo", señalaron.