19 de abril de 2024
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El Gobierno no deja importar maquinaria agrícola
Desde enero pasado no se aprueban nuevas licencias para el ingreso de tractores y cosechadoras, advierten preocupados los industriales en plena cosecha
25 de marzo de 2011
La medida afecta a empresas que fabrican en Brasil, de donde viene la mayoría de los equipos, a los Estados Unidos y a varios países de Europa.
Las licencias no automáticas para estos equipos autopropulsados no son nuevas. Implementadas en marzo de 2009 y manejadas por el Ministerio de Industria, que conduce Débora Giorgi, vinieron funcionando con ciertas demoras desde ese momento. Pero nunca se había presentado la actual situación.
"El régimen de licencias no automáticas, aun con algunas demoras transitorias y ayudado por el relativamente bajo volumen que se demandó en 2009 y 2010, funcionó aceptablemente. Desde el comienzo de 2011 la situación cambió y hasta hoy no hubo emisión de nuevas licencias -independientemente del origen- y se requiere que quien quiera importar debe exportar en la misma proporción", explicó Héctor Sendoya, consultor.
Precisamente, el Gobierno ya dejó en claro a las empresas importadoras que quiere que se compensen importaciones con exportaciones. Pero, además, busca que el nivel de ingreso de productos en dólares no supere al de 2010 y que las compañías avancen en planes de producción local.
La actual restricción golpea a las empresas en un momento clave para las ventas. En el caso de las cosechadoras, alrededor del 50 por ciento de las ventas se concretan entre enero y abril. "La no facturación pone en riesgo a la cadena comercial", indicó una fuente industrial al diario La Nación.
Se calcula que la red de las multinacionales, donde hay marcas como John Deere, Agco Allis, Massey Ferguson, Challenger, Claas, New Holland y Case, entre otras, emplea a más de 6000 personas de manera directa e indirecta.
Las multinacionales facturaron en 2010, sobre un mercado total de 1380 millones de dólares, casi 600 millones de dólares.
En 2010, sobre un total de 6500 tractores, el 85 por ciento fue importado, en su mayoría de Brasil. Por el lado de las cosechadoras, de 1200 equipos 907 ingresaron desde el exterior. Pero por los contratiempos con las licencias se calcula que en 2010 las empresas se perdieron de vender otras 200 cosechadoras y 1000 tractores más.
En el país hay empresas multinacionales que tienen parte de fabricación local. John Deere, por ejemplo, hace en la provincia de Santa Fe los motores que después vienen con los tractores y cosechadoras. Agco Allis también está haciendo una línea de tractores.
Ni siquiera en Brasil, donde el mercado es 8,5 veces más grande que el de la Argentina en tractores y 3,8 veces mayor en cosechadoras, la producción de las multinacionales es íntegramente brasileña. Cada empresa se abastece de componentes de otros tres o cuatro países.