A solo una semana de su muerte, la controversia por la herencia de la que fuera la gata de Hollywood, ya está servida.

Se calcula que Elisabeth Taylor tendría una fortuna estimable entre 600 millones y un billón de los dólares.

Además a esto hay que sumarle el valor de las joyas que poseía que rondaban los 150 millones.

En su testamento dejó especificado que sus joyas serían para subastarlas y que el dinero obtenido iría destinado íntegramente para su fundación para la ayuda contra el SIDA.

Además una fuente ha revelado que "Elisabeth había dejado encargado que su fortuna se dividiese entre sus cuatro hijos y otras asociaciones de caridad por las que se preocupaba mucho".

Pero los problemas llegarían, no a través del dinero que obtuvo mientras vivió, sino lo que puede seguir obteniendo después de su muerte, como ha ocurrido con otras figuras como Marilyn Monroe o Elvis, que después de sus muertes aún siguen siendo muy rentables.