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25 de abril de 2024
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Caso Urbani: agravan la condena a menores implicados
Tras un fallo dividido, la Cámara de Apelaciones de San Isidro caratuló el crimen de Santiago Urbani como homicidio calificado. La condena se conocería a mitad de año
29 de marzo de 2011
Los dos menores que en el primer juicio habían sido declarados responsables del crimen de Santiago Urbani, asesinado en 2009 en Tigre, fueron acusados por la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro de homicidio calificado "criminis causa", luego de que se decidiera agravar la calificación penal.

En un fallo dividido, la Sala I de la mencionada Cámara revirtió el fallo del Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil 3 de San Isidro que había bajado la calificación a la de homicidio en ocasión de robo y avaló la apelación y postura del fiscal de menores Andrés Zárate, que siempre acusó a los dos adolescentes por homicidio calificado, cuya pena es la prisión perpetua.

La sentencia contra los dos elincuentes, que tenían 16 años cuando cometieron el crimen, se estima que se conocerá a mediados de año, ya que los dos fueron conenados el año pasado, pero el Tribunal postergó el anuncio hasta que cumplan la mayoría de edad.

Santiago Urbani, de 21 años, fue asesinado de un escopetazo en octubre de 2009 por cuatro delincuentes que lo interceptaron cuando llegaba a su casa de Tigre y lo obligaron a entrar.

Luego de robar algunas pertenencias, le dispararon y lo mataron, mientras mantenían capturadas a la madre y la hermana del joven.

En la actualidad juzgan en el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro a Oscar Pérez Graham (43), sindicado como e el reclutador y proveedor de la banda, y a Emiliano Herrera (21) por haber sido parte del grupo que atacó al chico.

Por otra parte, una testigo afirmó que los miembros de la banda que es juzgada por el crimen fotografiaron con la cámara digital que le acababan de robar al joven mientras agonizaba tras un escopetazo en la cabeza.

La adolescente, cuya identidad se reserva porque es menor de edad, declaró ante el Tribunal y aportó un dato hasta ahora desconocido en el hecho.

La testigo contó que era amiga de los imputados y que poco después del crimen concurrió a una reunión a la casa de uno de ellos, donde le dieron una cámara de fotos digital.

"La prendí, empecé a mirar y vi una foto del chico fallecido con un tiro en la cabeza", relató la adolescente y, ante el estupor que su relato generó en los presentes, la madre de Urbani, Julia Rappazzini fue sacada de la sala de audiencias, llorando.

Interrogada por las partes, la chica también dijo que no quiso seguir mirando las imágenes y que mientras lo hacía, los miembros de la banda "estaban muy tranquilos y hablaban de cualquier cosa".