Por José Calero

Nilda Garré, la ministra de Seguridad hoy duramente cuestionada por la oposición por no impedir el bloqueo a diarios, viajó en el avión que trajo de regreso a Juan Perón tras un exilio de 17 años y fue la diputada más joven en los 70.

Garré tenía 27 recién cumplidos y ya llevaba cinco años de abogada cuando Héctor Cámpora la invitó a ese viaje histórico, en el cual también participaron dirigentes como Carlos Menem, José Ignacio Rucci y Lorenzo Miguel.

En 1973, Garré se convertía entonces en la diputada más joven de la historia y se iría a vivir con el secretario general del PJ, Juan Manuel Abal Medina, padre del hoy secretario de Comunicación, quien lleva el mismo nombre.

Incluso, Garré tuvo con Abal Medina padre a María Paula, hermanastra de Juan Manuel.

Decidida, la ministra condujo el auto que de prepo metió a Abal Medina padre -quien discrepaba con la lucha armada que había llevado a la muerte su hermano Fernando en 1970 pero igual era perseguido político- en la embajada de México y lo salvó de la muerte segura durante la dictadura militar.

Asesora de Vicente Saadi, fue su primer trabajo en democracia. No duró mucho más en el PJ. De la mano del bordonismo pasó al Frepaso, donde fue una de las principales especialistas en temas judiciales. De aquella época le quedó un escándalo por ser diputada y tener una oficina de registro del automotor.

A la Cámara regresó en 1995, 1999 y 2001. Fue viceministra de Federico Storani en Interior, durante la Alianza, y el propio Fernando de la Rúa la echó por su sintonía con los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA.

En junio, Néstor Kirchner la envió como embajadora a Venezuela. Como él, había militado en la Juventud Peronista de los 70, aunque luego optó por la más moderada JP Lealtad.

Con 60 años recién cumplidos, terminaría comandando a las Fuerzas Armadas y luego le tocaría controlar una papa caliente como la lucha contra la creciente inseguridad.