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29 de marzo de 2024
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Exhumarán el cadáver de la Gioconda para saber quién era
Lo pidieron investigadores italianos. La tesis más firme es que Lisa Maria Gherardini, esposa de un rico comerciante de sedas, sería quien inspiró a Da Vinci
5 de abril de 2011
Investigadores italianos quieren certificar la identidad de la Gioconda, mujer que sirvió de modelo a Leonardo Da Vinci para el cuadro más célebre del mundo

La tesis más firme es que Lisa Maria Gherardini, esposa del rico comerciante de sedas, Francesco del Giocondo, sería quien inspiró el retrato realizado por el genial italiano.

Su tumba, en el convento de Santa Úrsula ubicado en el centro de la ciudad de Florencia, es la que será abierta ahora para confirmar este hecho. Así lo informó Silvano Vinceti, director del proyecto de exhumación. Lisa Gherardini murió el 25 de julio de 1543 a la edad de 63. Es decir, hace 469 años. Una dificultad adicional a la del tiempo transcurrido es que se desconoce si está sepultada en una tumba individual o colectiva. Pero nada detiene el afán investigativo en todo lo que concierne a esta célebre obra.

La Gioconda es un óleo sobre madera que mide 77 por 53 centímetros; es decir que se trata de un cuadro pequeño. Fue pintado entre 1503 y 1506 y se encuentra actualmente en el Museo del Louvre en París, donde es visitado por millones de personas cada año. Sólo puede ser visto detrás de la caja de cristal que lo protege de robos y daños.

El cuadro fue comprado por el rey Francisco I de Francia que pagó por él 4000 escudos de oro, pero se desconoce si fue en 1517, antes de la muerte de Leonardo, o en 1519, cuando el artista ya había fallecido. Hoy La Gioconda pertenece al Estado francés.

El famoso retrato es también conocido como La Mona Lisa, nombre que deriva de Madonna Lisa (monna es el diminutivo de madonna que significa "mi señora"), otro dato que apuntala la tesis de que la esposa de Giocondo fue la modelo.

La Gioconda debe su fama no sólo a su perfección sino a la idea de que existen una serie de enigmas ocultos en el retrato. Si la mujer era vecina de Da Vinci, si estaba embarazada, a qué sitio exacto corresponde el paisaje que se alcanza a divisar detrás de ella, por qué no tiene pestañas, etcétera. Debates que han hecho correr ríos de tinta y han sido la obsesión de muchos.

La identidad de la mujer de la tenue sonrisa ha sido por siglos otra materia de controversia. El primer biógrafo de Leonardo, Giorgio Vasari, escribió en 1550 que el artista hizo la obra para Francesco Bartolomeo del Giocondo y que se trataba del retrato de su mujer, Mona Lisa, pero que, pese a cuatro años de trabajo, la obra quedó iconclusa.

Ahora bien, otros testimonios, relativamente contemporáneos, discrepan con esta versión. Y algunos sostienen que la modelo era en realidad una amiga o amante de Juliano II de Médicis.

Otras teorías sostienen que podría tratarse de Isabel de Aragón, a quien Leonardo dibujó a lápiz con intención de hacer luego un óleo; o de Constanza d'Avalos, duquesa de Francaville, mencionada en un poema de la época, que afirma que Leonardo la pintó "bajo el hermoso velo negro".

De una amante del propio Leonardo a un autorretrato en versión femenina, pasando por un adolescente vestido de mujer y hasta una dama imaginaria, no ha habido límites a la especulación.

Hasta ahora. Quizá sea la propia Mona Lisa -lo que queda de ella- la que provea finalmente las pruebas de identidad del retrato.