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20 de abril de 2024
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Graves abusos en Guantánamo confirmados por Wikileaks
Se filtraron más de 700 fichas de presos que estaban en poder del Departamento de Defensa norteamericano y que prueban violaciones a los derechos humanos
25 de abril de 2011
Nuevos documentos difundidos por varios diarios, entre ellos The New York Times y El País, revelan que el penal de Guantánamo tenía por finalidad principal "explotar" toda la información disponible de los reclusos, muchos inocentes.

Los informes elaborados por los responsables de Guantánamo, fechados entre 2002 y 2009, y revelados ahora por Wikileaks, apuntan a recomendar si el preso en cuestión debía continuar en el penal, ser liberado o trasladado a otro país. En todos los casos, revelan un sistema de arbitrariedades y abusos.

Inclusive, los papeles detallan que agentes de los servicios de inteligencia de países como Arabia Saudita, China o Rusia viajaron a la prisión cubana para interrogar a presos.

A través de Wikileaks, algunos medios tuvieron acceso a las fichas militares secretas de más de 700 presos de los casi 800 que pasaron por la prisión, en la que siguen recluidas unas 170 personas.

En documentos del Departamento de Defensa estadounidense también se describe cómo los internos amenazaban a los interrogadores con matarlos, beber su sangre o decapitarlos.

Unas 160 personas estuvieron retenidas durante años en Guantánamo pese a que en sus fichas constaba que no suponían peligro para Estados Unidos, según publica hoy el diario español El País".

Según el diario, entre los presos hubo ancianos con demencia senil, adolescentes y enfermos psiquiátricos graves, así como maestros de escuela o granjeros sin vínculos con el terrorismo y que fueron mezclados con terroristas responsables de los atentados del 11 de setiembre.

Como primera reacción, el gobierno de Estados Unidos consideró "desafortunada" la publicación de estas filtraciones, la condenó por tratarse de "información altamente sensible" y aseguró que gran parte de ella no representa "el punto de vista actual del gobierno".

En un comunicado que recoge el propio "Times" y la National Public Radio, el Pentágono y el Departamento de Estado señalan que el gobierno del presidente Barack Obama y su predecesor, George W. Bush, "hicieron todo esfuerzo posible para actuar con el máximo cuidado y diligencia a la hora de trasladar los detenidos".

Al asumir el cargo, Obama había prometido que cerraría el centro de reclusión, que los detenidos allí serían juzgados en tribunales civiles de Estados Unidos y que algunos presos serían trasladados a otros países, pero hasta ahora la cárcel no se cerró.