26 de abril de 2024
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En el último suspiro, Racing recuperó la sonrisa: ganó 2 a 1
En un final electrizante, la Academia se tuvo confianza y se reencontró con las sonrisas al superar por 2-1 a Arsenal. De vuelta en la lucha de un torneo desparejo
8 de mayo de 2011
La campaña de la Academia en este campeonato no conseguía retemplar el ánimo, ese que cada fin de semana deambulaba entre premios y castigos.
En lo que va del Clausura, Racing pasó de la ilusión por un buen comienzo a la irregularidad de la mitad de la tabla.
Tanto se destacó que en la 5a fecha estuvo solo en la cima, con 12 puntos. Tanto se derrumbó después que apenas había obtenido cuatro puntos sobre 21.
Y tanta fue la importancia de la victoria de Racing por 2-1 ante Arsenal que, por un momento, hace olvidar los días de abstinencia y alcanza para cambiar los aires.
Las actitudes quedaron rápidamente al descubierto. Arsenal salió a pelear el medio campo con sus cinco volantes, que intentaron frenar a Patricio Toranzo en su misión de habilitar a los delanteros (Hauche, Gutiérrez y Lugüercio).
Despliegue y toque rápido, los atributos de un medio campo que lideró Jorge Ortiz, a veces con el acompañamiento por sorpresa de Adrián González.
Después de unos minutos en los que Racing casi llega al gol si no fuera por las intervenciones de Campestrini o una mano de Marcone ante Lugüercio no sancionada, dio muestras de ser un equipo con poca regularidad.
Y esta escena comenzaría a interpretar el duelo: al ataque sistemático del equipo de Russo por los costados, especialmente por el lado de Pillud, Arsenal le contestó con avances pragmáticos y a un toque.
Víctimas de la impaciencia, Racing comenzó a regalar espacios. Precisamente, cuando promediaba la primera etapa, Arsenal casi abre el marcador: primero, por un toque de Adrián González después de una buena acción colectiva y, luego, con un cabezazo desviado de Mauro Obolo.
La sucesión de imágenes electrizantes, con incertidumbre constante, actuó como manto salvador del espectáculo en el segundo tiempo.
Las explicaciones hay que encontrarlas en los regalos defensivos de ambos. Las defensas de uno y otro colaboraron con las libertades que tuvo el rival.
La última línea del equipo de Arsenal debe cargar con el mayor porcentaje de responsabilidad en la pérdida de la marca ante los pelotazos cruzados; cuestión no aprovechada por Teo Gutiérrez y Lugüercio.
Y, desorientada y desprolija, la de Racing se equivocó en los relevos e incurrió en repetidas desatenciones que dejaron en soledad a Obolo, Lisandro López y Juan Pablo Caffa.
El plato fuerte llegó cerca del cierre: con los tantos de Valentín Viola (1ero en primera) y de Toranzo para Racing; y el descuento de Alustiza (los dos últimos fueron golazos de media distancia).
Racing no tenía en su horizonte caminos alfombrados , pero se tuvo confianza. Así, termina ganando esos puntos tan codiciados como necesitados.