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27 de abril de 2024
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La oposición le arrebató el poder a Silvio Berlusconi
Los comicios estuvieron marcados por la "reconquista" de Milán, feudo del premier y capital financiera del país. Otra sorpresa fue el inesperado triunfo en Nápoles
31 de mayo de 2011
La oposición de centroizquierda festejó, como no lo hacía desde hace años, la aplastante victoria que obtuvo en la segunda vuelta de las elecciones municipales parciales que se celebraron en Italia este fin de semana.

Los comicios estuvieron marcados por la "reconquista" de Milán, feudo del premier Silvio Berlusconi y capital financiera del país, y por el inesperado triunfo en Nápoles de un outsider que derrotó clamorosamente al candidato del Partido del Pueblo de la Libertad, en el gobierno.

Las urnas fueron impiadosas y le propinaron al Cavaliere un voto castigo de lo más humillante. El resultado provocó un terremoto político en la derecha y le devolvió aire a la oposición de centroizquierda, que reclamó la dimisión del Ejecutivo y elecciones anticipadas.

Con el 53,5% de los votos, Giuliano Pisapia, candidato de la centroizquierda, derrotó a la actual alcaldesa de Milán, Letizia Moratti (46,5%).

La gran sorpresa fue que el ex juez Antonio de Magistris, candidato de Italia de los Valores (el partido del ex juez anticorrupción Antonio Di Pietro), apoyado por fuerzas de centroizquierda, arrasó en Nápoles: obtuvo el 65,34%, contra el 34,65% del empresario Gianni Lettieri, del Partido del Pueblo de la Libertad (PDL), que le había ganado en primera vuelta.

Para Berlusconi, de visita en Rumania y cuya popularidad ha ido cayendo en picada durante los últimos meses debido a sus escándalos judiciales y sexuales, se trata de un golpe mortal.

El premier, de 74 años, personalizó como nunca estos comicios al convertirlos en un referéndum sobre su gobierno. Además lanzó una campaña de lo más agresiva para apoyar a Moratti, que buscaba un segundo mandato en Milán, ciudad símbolo del país, y a Lettieri, que apuntaba a desbancar a la centroizquierda de Nápoles, ciudad azotada por el escándalo de la basura.

La derrota del Cavaliere -especialmente en Milán, donde nació-, pero también en Nápoles, Novara, Trieste, Cagliari (Cerdeña), Gallarate, Rimini, Rho, e incluso en la localidad de Arcore, en las afueras de Milán, donde se levanta su lujosa villa, famosa por las orgías con menores de edad, fue como un verdadero tsunami para el PDL.

De hecho, incluso antes de que terminara el recuento de votos, el ex ministro Sandro Bondi, coordinador del PDL, presentó su renuncia, lo que abre una complicada etapa de rendición de cuentas.

"Fue un cachetazo, hace falta reflexionar y hace falta un golpe de timón", admitió ayer el ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga Norte, que afirmó que "la situación podrá revertirse solamente si hay un fuerte relanzamiento de la acción de gobierno".

Desde Bucarest, donde está de visita oficial, el propio Berlusconi reconoció el golpe, pero igual se mostró combativo. "Hay que mantener la calma, el gobierno sigue adelante", afirmó. "Ahora los milaneses deberán rezarle al buen Dios para que no les pase nada", dijo también, al agregar que, así como en Milán, también en Nápoles "se arrepentirán todos muchísimo".

Al cabo de las dos vueltas de elecciones municipales parciales -que tuvieron lugar el 15 y el 16 de mayo y ayer y anteayer-, la centroizquierda obtuvo una victoria aplastante, que no se veía desde hacía tiempo: le ganó a la derecha en 29 comunas contra 12.

La paliza sufrida por el PDL, de la cual todo el mundo cree que el único responsable es Berlusconi, abre escenarios de lo más turbulentos, en los que no se pueden descartar ni futuras crisis de gobierno ni elecciones anticipadas, como de inmediato reclamó la oposición.

"Pedimos la renuncia del gobierno. Un líder que quiere a su país no puede hacer como si nada ante cosas de este tipo", reclamó Luigi Bersani, el líder del Partido Democrático, el principal de la oposición, al exigir elecciones anticipadas.

En Nápoles, donde el Partido Democrático retenía el poder desde hacía 18 años, De Magistris, un virtual outsider del partido de Italia de los Valores, de 43 años, tuvo una reacción similar.

"Nápoles ha sido liberada y será libre por los próximos cinco años", enfatizó en medio de festejos que la centroizquierda no veía desde hacía años.