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28 de marzo de 2024
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Socio de Pablo, coadministrador de la Fundación de las Madres
Se trata del abogado Hugo Gallardo, a quien acusan de ser la continuidad de la “línea Schoklender”. Tuvo un restaurante junto al menor de los hermanos
15 de junio de 2011
El abogado Hugo Omar Gallardo fue elegido por Hebe de Bonafini para coadministrar la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo durante la crisis. Hay quienes lo acusan de ser la continuidad de la “línea Schoklender”. Lo acompañará en la tarea la hija de Hebe, María Alejandra Bonafini.

Gallardo es socio en dos constructoras, Construcciones 211 SA y Construcciones Calificadas, mientras ya era empleado de una Fundación que concentraba millonarios recursos para hacer viviendas. En la primera, se asoció junto a un yugoslavo, Daniel Parlov, de profesión carpintero, y a dos jóvenes que tienen domicilio en Villa Domínico y serían “prestanombres”. En la segunda, con domicilio en Rivadavia 1157, aparece junto a Manuel Camet -su oficina queda en el mismo edificio del piso que usaba Pablo y fue allanado ayer por Oyarbide- y al ex titular de la Corporación del Sur durante la gestión de Jorge Telerman, Enrique Osvaldo Rodríguez, revelaron fuentes judiciales, según relata el diario Clarín.

Ese funcionario inauguró en 2008 junto a Hebe la fábrica de paneles en Pedro D. Mendoza 3825, un emprendimiento conjunto entre la Fundación y el Gobierno porteño.

Gallardo también es socio de Docamer SRL, la empresa que manejaba el bufet de la Fundación y el restorán de Pablo Schoklender en San Telmo. Esa empresa, dedicada a la gastronomía, comparte con Construcciones Calificadas uno de sus socios, Manuel Camet, y la contadora que intervino en la constitución, de apellido Ploskinos. Para cerrar el círculo de llamativas coincidencias, su domicilio fiscal está en el tercer piso de la Fundación, en Hipólito Yrigoyen 1534.

Las fuentes coinciden en que “las sociedades anónimas eran inventos de Gallardo y Pablo para convertirse en proveedoras de un cliente cautivo que era la Fundación”. Ese armado se dio en los últimos cinco años. Gallardo aterrizó en la Fundación recién en 2006, tras un paso sin plena ni gloria por el Sindicato de Gastronómicos de la Capital con un sueldo de apenas $3000. Su amigo lo recibió con una promesa muy tentadora: “Vos el año que viene vas a tener 500 mil dólares”.

Otra vía de financiamiento fueron los suculentos préstamos que llegaban desde el exterior. “Cuando recibían aportes internacionales en euros o dólares transformaban ese dinero en pesos cambiándolos en cuevas financieras que les daban mejor cambio que entidades oficiales”, describió un ex empleado del organismo.

Gallardo también tuvo un paso fugaz por el estudio jurídico de Sergio, pese a su escasa experiencia en Tribunales.

Según pudo confirmar Clarín, se recibió en la Universidad de Lomas de Zamora el 16 de noviembre de 1995. Su legajo está en blanco: no tiene denuncias ni sanciones. Lo que no está vacío sería su registro de entradas y salidas del país. Siempre hacia el mismo destino, España, y en clase business.

¿Se puede tropezar dos veces con la misma piedra en la designación de representantes? La respuesta, en este caso, sola la tienen las Madres y la Justicia.