De la redacción de Asteriscos.Tv

River pierde ante Belgrano de Córdoba por 2-0 y está comprometiendo su permanencia en primera división, en un partido por demás accidentado, porque luego del segundo gol del equipo cordobés ingresaron cinco hinchas que increparon a los jugadores en pleno campo de juego.

El "pirata" se puso en ventaja a los 25 minutos del primer tiempo con un penal de Mansanelli, pero luego aumentó Pereyra a los 4 del complemento, hinchas de River ingresaron al campo de juego, agredieron a algunos jugadores exigiéndoles que pongan algo más que lo que estaban haciendo hasta ahora.

Personal policial y los bomberos llegaron hasta el lugar para poder calmar a los más enardecidos, mientras que los jugadores estaban esperando en el campo de juego, porque el partido estuvo interrumpido.

El partido se presenta complicado para River, porque Belgrano le planteó un esquema con fuerte presencia en el medicampo y la capacidad y experiencia de Juan Carlos Olave en la valla.

River apostó al juvenil Rogelio Funes Mori como único atacante, con el acompañamiento de Mauro Díaz y Erik Lamela, aunque no tuvo chances claras como para definir con criterio ante el arquero local.

Un remate de Arano, y dos tiro libres de Mauro Díaz y de Lamela, fueron las pelotas de riesgo que Olave sacó y así River intentaba dar un paso firme en busca del triunfo.

Pero a los 25 una mano casi increíble del paraguayo Román, que no fue vista por el árbitro pero sí por el primer asistente Yamil Bonfá, le permitió a Belgrano tener un penal a favor que Mansanelli transformó en gol con un fuerte remate que Carrizo no pudo contener.

Almeyda y Román fueron amonestados y no podrán jugar la revancha, el próximo domingo.

Las cosas se complicaron más de la cuenta para River a poco de comenzar el segundo tiempo, cuando Pereyra conectó casi abajo del arco un cabezazo de un compañero para poner el 2-0 parcial.

Tras la nueva desventaja se produjo un hecho por demás inusual y llamativo, por no decir bochornoso, cuando un puñado de hinchas de River ingresaron al campo de juego y agredieron a algunos futbolistas "millonarios", provocando la interrupción del partido durante 20 minutos.

Cuando el partido se reanudó, River fue el que manejó el trámite del encuentro, pero más por voluntad que por criterio y chocó una y otra vez con la defensa "pirata", donde el arquero Olave se convirtió en una figura vital para sostener su valla en cero.

El orden de Belgrano fue diametralmente opuesto a la desesperación de River, que chocó sin poder contener sus nervios y así se fue consumiendo el tiempo, hasta que Belgrano logró quedarse con la victoria que los dejan casi en primera división, aunque restan aún 90 minutos de fútbol.