La capital británica vivió este lunes por tercer día consecutivo graves disturbios y enfrentamientos entre jóvenes y policías, unos episodios de violencia que se extendieron a otros barrios de la capital y a Birmingham (centro) y que obligó al primer ministro, David Cameron, a regresar anticipadamente de sus vacaciones.

La oficina del primer ministro informó este lunes por la noche que éste regresará en la madrugada del martes de sus vacaciones y que participará en una reunión del Comité británico de Contingencias de Emergencia y hablará de la situación en la capital británica con la ministro del Interior y con el jefe de la policía.

Cameron se encontraba de vacaciones con su familia en una lujosa villa en la Toscana, en Italia. Su oficina informó la pasada semana que el primer ministro no tenía pensado regresar de sus vacaciones a pesar de la crisis financiera que vive la zona euro, pero Cameron sí decidió acortar sus vacaciones ahora por la escalada de violencia en la capital británica.

Por tercer día consecutivo, Londres vivió este lunes graves altercados y enfrentamientos entre jóvenes y la policía en varios barrios de la capital, donde algunas tiendas fueron saqueadas y coches y edificios fueron incendiados.

Estos incidentes violentos son los altercados de mayor gravedad que sufre la capital británica en muchos años. Un total de 215 personas, entre ellas un niño de 11 años, han sido detenidas desde el inicio de la violencia, informó el lunes la ministra del Interior Theresa May, que también tuvo que recortar sus vacaciones.

Al menos 35 policías fueron heridos durante el fin de semana.

May calificó los disturbios de "pura delincuencia" y prometió que los autores de estos actos serán llevados ante la justicia "para enfrentarse a las consecuencia de sus acciones".

Los disturbios, que comenzaron en el norte de la capital, en el distrito de Tottenham, el sábado por la noche, se extendieron este lunes a otros barrios del sur de la capital como Hackney, Peckham, Lewisham y Croydon, así como a Birmingham, ciudad del centro del país.

En Hackney, cientos de policías antidisturbios trataban de contener los actos de violencia perpetrados por numerosos jóvenes que se congregaron en la calle principal del distrito, destrozando edificios y vaciando el contenido de un camión parado en el medio de la calle, de acuerdo con las imágenes de televisión.

Varios coches fueron incendiados antes de la llegada de la policía, que dispersó a los jóvenes, constató in situ un periodista de la AFP.

Hackney se encuentra a escasos kilómetros de Stratford (este), donde se ubica el estadio que albergará los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Londres el próximo año.

En el barrio de Peckham (sur), una zona pobre del sur de la capital, las imágenes de televisión mostraron un local comercial en llamas que los bomberos trataban de controlar porque el fuego amenazaba viviendas cercanas.

No lejos de allí, otro grupo de jóvenes trató de incendiar un autobús de dos plantas.

En Croydon fue incendiado un edificio entero de viviendas.

El jefe de la policía Tin Godwin pidió el lunes por la noche a los padres que "contacten con sus hijos para saber dónde están".

La amenaza de la violencia se propaga más allá de la capital británica. La policía informó de episodios de violencia en Birmingham (centro), donde las fuerzas de seguridad se enfrentó a un numeroso grupo de jóvenes después de que éstos rompiesen escaparates, saqueasen tiendas y atacasen varios edificios.

Los disturbios comenzaron en el norte de Londres, en el distrito de Tottenham, el sábado por la noche, después de una manifestación de protesta contra la muerte de un habitante local en un tiroteo policial la semana pasada, y la violencia se extendió a otras partes de la ciudad durante la noche del domingo.

Los distritos más afectados --Tottenham, Brixton en el sur de Londres, y ahora los del sur de la capital -- son zonas multiétnicas que tienen elevadas tasas de desempleo.