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26 de abril de 2024
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Siguen buscando intensamente a Candela, pero no la hallan
Más de 700 policías están tras la pista de la niña de 11 años desaparecida el lunes y analizan más de mil llamados telefónicos dejados por la gente
26 de agosto de 2011
La misteriosa desaparición de Candela Sol Rodríguez, la nena de 11 años que fue vista por última vez el lunes pasado a la tarde en Hurlingham, despertó una enorme conmoción y pasó a convertirse en la prioridad número uno de la Policía bonaerense. El caso tomó tanta resonancia que la presidenta Cristina Fernández recibió a la madre el jueves a la noche.

Desde que desapareció, la fiscalía de instrucción a cargo de Marcelo Tabolaro ordenó más de 500 procedimientos -especialmente rastrillajes por tierra y aéreos- pero hasta el momento son pocos los datos que se pudieron recabar. A cuatro días de su desaparición, el caso presenta muchos interrogantes.

Las hipótesis son de lo más variadas. Se habla de una venganza dirigida a su padre, una fuga de hogar y hasta de que una red de trata de personas podría estar detrás del caso. Según fuentes policiales, todas las pistas "son analizadas con el mismo interés".

No obstante, los investigadores están concentrados en los enemigos del padre de la chica porque sospechan que la desaparición podría tener relación con un "vuelto" de un hecho de piratas del asfalto.

Alfredo Laureiro Rodríguez está preso en el complejo Penitenciario de Magdalena, donde purga una condena a tres años de prisión. Según fuentes policiales, Laureiro se entrevistó con el fiscal y aportó información sobre supuestos delincuentes que podrían tener relación con el caso.

Para el jefe de la Bonaerense, Juan Carlos Paggi, la declaración del padre de Candela abrió una nueva línea de trabajo. Lo que creen es que el secuestro de su hija podría tratarse de una venganza dirigida a él.

Con menos fuerza, los detectives no descartan que la chica pueda haber sido captada por una red de trata de personas, aunque por el momento no pudieron recabar elementos de prueba como para sostener esta teoría.

Según la versión de una vecina, Candela fue secuestrada en la esquina de Bustamante y Coraceros. La mujer, de 84 años, dijo que escuchó gritos y una frenada. Sin embargo, los investigadores dudan de sus dichos por su edad y porque no encontraron las huellas de las gomas del supuesto auto.

A medida que pasan las horas, la hipótesis que habla de una fuga de hogar aparece como la más improbable de todas. Sobre todo por la difusión que tiene el caso y por la cantidad de operativos que se realizaron desde que la chica desapareció.

Por la manera en la que desapareció, y por los antecedentes en otros casos de similares características, la Policía rastrilló el barrio casa por casa ante la posibilidad de que la chica pudiera estar cautiva en la zona. Pero tampoco se obtuvieron datos.

La pista que estaría prácticamente descartada es la que plantea un secuestro con fines extorsivos, ya que la familia no recibió ningún llamado.

Por lo pronto, y luego de ser recibida por la Presidenta, la madre de Candela decidió recluirse en su casa, donde está permanentemente en contacto con las máximas autoridades policiales.

En las últimas horas, y a partir de la recompensa de 100 mil pesos que ofreció el Ministerio de Seguridad y Justicia, los investigadores mantienen una enorme esperanza de que el caso pueda resolverse en las próximas horas.

Según fuentes policiales, en las últimas horas Interpol dispuso un "alerta amarilla" en todo el mundo. En todas las comisarías de la Provincia hay carteles con la foto de la nena y, además, las distintas policías del mundo fueron notificadas sobre la desaparición de la chiquita.