La Generación Dorada puso finalmente un pie en el Preolímpico y, a favor de todos los pronósticos, fue con una cómoda victoria ante Paraguay por 84-52.
De esta manera el equipo de Julio Lamas dio el primer paso en el torneo que le dará a dos equipos el pasaporte directo hacia Londres 2012.

Nadie esperaba que Paraguay presentara mayor oposición que la que planteó esta tarde en el renovado Polideportivo Islas Malvinas.
De hecho el base Javier Martínez había anticipado que firmaba con los ojos cerrados una derrota por 22 ó 23 puntos.
Aun sin jugar en gran nivel, Argentina tomó una ventaja decisiva en el primer cuarto, de la mano de un comienzo implacable de Luis Scola que anotó 10 puntos en el primer cuarto (8 de ellos en el 10-0 inicial).

Al buen inicio del capitán se sumaron Andrés Nocioni (7 puntos en el cuarto inicial, incluída una volcada espectacular tras una asistencia de Ginóbili) y el buen ingreso de Paolo Quinteros, que se fue al descanso largo con 8 puntos en el bolso.
En la vereda de enfrente, poquita cosa. Sólo lastimó el grandote Guillermo Araujo, que llegó a 12 en los primeros 20 minutos y desnudó algunos permisos que dio Argentina en la zona pintada.

Al regreso del vestuario, cuatro puntos de Kammerichs llevaron la ventaja a 26 (49-23). Y poco después se vio la jugada más aplaudida. Scola tomó un rebote en defensa, salió picando y le dio un pase muy largo a Quinteros, quien capturó con esfuerzo y en el aire se la sirvió de faja a Ginóbili para una volcada de zurda que completó una jugada con sello NBA (51-27).

Ausentes Carlos Delfino (tendinitis en el tibial derecho) y Fabricio Oberto (microdesgarro en el aductor izquierdo), Lamas aprovechó la debilidad del rival para repartir los minutos.
Y el que mejor aprovechó la oportunidad fue Paolo Quinteros, goleador argentino con 19 puntos y una gran efectividad (5/6 dobles y 3/6 triples). Scola (14 puntos), Juan Gutiérrez (12 y el mejor rebotero nacional con 8) Ginóbili (10) y Nocioni (10) completaron el listado de argentinos que llegaron a dos dígitos en el casillero de anotaciones.

Una volcada de Juan Gutiérrez en el comienzo del último cuarto le dio a la Selección la máxima del juego (73-40) y a partir de ahí el equipo de Lamas se dedicó a manejar la diferencia hasta el final.