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Chile: un iphone permitió ubicar el lugar donde cayó el avión
Según confirmaron en plenas tareas de búsqueda, la señal del aparato de un pasajero permitió localizar la ubicación del accidente, frente a la bahía Carvajal
7 de septiembre de 2011
Un iPhone fue el que permitió a las autoridades chilenas localizar el lugar de la caída del avión CASA C-212 que se estrelló el viernes último en el archipiélago Juan Fernández y causó la muerte de 21 pasajeros, entre ellos, el famoso animador de televisión Felipe Camiroaga. Según confirmaron en plenas tareas de búsqueda, la señal del iPhone de uno de los pasajeros permitió localizar la ubicación del accidente, frente a la bahía Carvajal. Esto confirmaría la versión de un testigo que vio al avión luego de su fallido intento de aterrizaje, ya que ubicaría el sitio de la caída en una zona ubicada entre el estrecho que separa las islas Robinson Crusoe y Santa Clara, y el sur del aeródromo de Juan Fernández.

En un informe oficial se reveló que el dia del accidente, familiares de uno de los ocupantes de la nave recibieron por breves momentos la señal activada de su celular. Por lo tanto, se busca el aparato en el lecho marino, informó el general Maximiliano Larraechea, secretario general de la fuerza aérea.

Por su parte, mientras crecen las dudas y los interrogantes en torno al trágico episodio, se registra una avalancha de denuncias sobre las posibles causas del accidente.

De hecho, el piloto y un pasajero del vuelo que aterrizó en la isla Robinson Crusoe poco antes del accidente del avión militar lanzaron fuertes críticas contra el protocolo y las medidas de seguridad de la fuerza aérea y aseguraron que la nave se quedó sin combustible.

También insistieron en la supuesta poca experiencia de la piloto, la teniente Carolina Fernández, de 26 años. "Había condiciones meteorológicas no favorables, pero tampoco podemos decir que malas. Para un piloto entrenado, el viento es un tema. Pero si no está en un área confinada, donde pasa de una bahía hasta otra bahía, el avión está en una zona cómoda. El viento no tiró ese avión", aseguró Nicolás Vidal, el piloto que aterrizó en la isla poco antes del accidente.

"Yo creo que la fuerza aérea prepara bien a sus pilotos, lo que sí [creo] es que no hayan tenido la experiencia en esa zona", dijo. "Lo que encuentro más grave es que la fuerza aérea esté haciendo este trabajo con civiles en misiones militares [...]. No creo que los civiles supieran que estaban en un avión con punto de no retorno", agregó, al referirse a que el avión no tenía autonomía para volver al continente.

Consultado por la posibilidad de que el avión se quedase sin combustible, Vidal fue categórico. "Dos dedos de frente: si el avión se destruyó y no se encontraron manchas de combustible, es porque se acabó. Acá murieron 21 personas y alguien tiene que hacerse responsable". La fuerza aérea respondió que aún no es el momento para determinar responsabilidades. "Lo importante es encontrar a las víctimas, después es el momento de buscar culpables", dijo su secretario general, Maximiliano Larraechea.