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20 de abril de 2024
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La muerte de Jobs abre una batalla por u$s 8.300 millones
Hay herederos directos como los tres hijos y su mujer de su último matrimonio. Pero también hay otro hijo de su juventud. Pelea legal por mas de 8.300 millones
7 de octubre de 2011
El dolor por la muerte de Steve Jobs, fundador y ex CEO de Apple, todavía está demasiado latente, aunque en los mercados ya se comenzó a especular con cuál será el destino de la inmensa fortuna que amasó y que según la revista Forbes creció hasta los 8.300 millones de dólares.

La respuesta a ese interrogante no es simple. En primer lugar, porque su círculo íntimo ya salió a aclarar que nada dirá al respecto.
Pero, por otra parte porque la familia del creador de Apple, que falleció ayer a los 56 años, no entraba en los cánones tradicionales.

Está claro, la mayor parte (o toda) de su fortuna irá a parar a las cuentas de sus descendientes. Jobs tenía cuatro hijos. Tres de ellos (Reed Paul, Xavier e Ignace) habían nacido como producto de su relación con Laurene Powell, quien fue su última mujer y con quien se había casado en 1991.

Sin embargo, algunos años antes, cuando tenía 23, había tenido a su primera hija (con su pareja de aquel entonces, Chris-Ann Brennan), a la que durante mucho tiempo se negó a reconocer.
El proceso de filiación llevó varios años de disputas en distintos tribunales de los Estados Unidos, aunque Jobs (por la fuerza o por convencimiento, finalmente decidió reconocer su paternidad y, como consecuencia de eso, le dio su apellido. Esa mujer se llama hoy Lisa Brennan-Jobs, y también debería estar en condiciones de reclamar parte de los 8.300 millones de dólares.

Otro de los que podría aparecer detrás de, al menos, una tajada de esa fortuna podría ser su padre biológico, Abdulfattah John Jandali –un sirio que trabaja como vicepresidente de un casino en Las Vegas–, quien hace tan sólo un mes, y con 80 años, dijo que tenía ganas de encontrarse con el ex CEO de Apple.
Sin embargo, en ese momento aclaró que quería ir detrás de su fortuna. “No quiero que Steve piense eso”, había dicho en declaraciones a la prensa, aunque no fueron muchos los que le creyeron. Ese encuentro jamás se concretó, o al menos no trascendió.
Él y su madre biológica, Joanne Simpson, decidieron dar a su hijo en adopción debido a que el padre de Joanne se oponía a la relación. Tras dar a luz en San Francisco, decidió entregarlo a una familia de apellido Jobs, que estaba primera en la lista de espera para adoptar.
Pero luego el padre de Simpson falleció, y entonces se casó con Jandali. Así, tuvieron una hija –es decir, una hermana de Steve–, la novelista Mona Simpson, que entabló un vínculo bastante fluido con Jobs, aunque ya de adulto.

Al momento de morir, el fundador de Apple y los estudios de animación Pixar era el 39´ hombre más rico de los Estados Unidos y el 110´ del mundo.
El origen de la fortuna de este hombre que cambió la tecnología en el mundo se remonta a 1980. En ese momento, Apple Computers ingresó a la Bolsa. Dos años después, Jobs se transformó en la persona más joven en aparecer en el ranking de empresarios más adinerados de Fortune. Otra parte muy importante de su riqueza proviene de la venta de los estudios Pixar a Disney, en enero de 2006, por 7.400 millones de dólares.

En 1997 decidió no cobrar más salarios mensuales, pero su fortuna se incrementó a raíz de las acciones que tenía.