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26 de abril de 2024
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Brutal asalto con amenazas de torturas a dos matrimonios
Ocurrió en Liniers. El ataque lo llevaron a cabo tres delincuentes cuando la pareja amiga se retiraba del lugar. La inseguridad no da tregua en la Argentina
10 de octubre de 2011
Tres delincuentes asaltaron hoy a dos matrimonios en una casa del barrio porteño de Liniers, donde golpearon a una de las víctimas con la culata de un arma y además amenazaron con aplicarles torturas.

El hecho ocurrió alrededor de la una, después de una cena que compartieron en una casa de la calle Cossio y cuando una de las parejas se estaba yendo.

Mónica, la dueña de la vivienda, dijo que todo empezó "cuando la pareja amiga se retiraba y los acompañó mi esposo hasta la puerta".

En ese momento "aparecieron tres muchachos armados que los encañonaron y los hicieron entrar, y luego fue una odisea".

"Primero tomaron a mi esposo, lo llevaron a la planta alta de la casa y le pegaron con la culata de un revólver para que les dijera donde había dinero y joyas", narró la mujer.

Añadió que los delincuentes "no se conformaban con nada y nos empezaron a amenazar en la planta baja; buscaron una plancha de ropa y una bifera y empezaron a calentarlas para torturarnos para que les dijéramos donde había más cosas".

Reveló que mientras "empezaron a cargar los elementos en nuestra camioneta, querían picanear al muchacho (de la pareja amiga) con un cable y a mí me gatillaban en la cabeza".

Mónica dijo que "creemos que fue al voleo, aunque decían que tenían el dato de que había mucho dinero" en la casa, donde "estuvieron entre media hora y una hora".

La mujer rescató el hecho de que no había más personas en la casa, pues "ya habíamos terminado de cenar y mis hijos habían salido a bailar".

Finalmente contó que "sobraron varias empanadas (de la cena) y las comieron y traían bebidas..., no se terminaba nunca, exigían y exigían".

En tanto, su marido, Julio, reveló que los maleantes cortaron las líneas telefónicas de la vivienda. También relató que había un ladrón mayor -"un tipo con cara de malo"- que era el que daba las órdenes, y que en un momento ingresó a la casa un cuarto delincuente que avisó "hay que irse" porque aparentemente se estaba acercando la policía.

El hombre narró que apenas se fueron los malhechores en su camioneta salió a pedir ayuda, y apareció un patrullero con el cual fue hacia la zona de Ciudad Oculta, en el límite de los barrios de Mataderos y Villa Lugano, ya que, según dijo, los ladrones enfilaron para ese lado.

Una odisea que revela que algo se está pudriendo en la Argentina.