El regreso de Juan Sebastián Verón a Estudiantes de La Plata, allá por 2006, terminó siendo uno de los hechos más relevantes del fútbol argentino en las últimas décadas. Es que la Bruja volvió a encumbrar al equipo de sus amores entre los más importantes del continente. Pero su historia ya tiene fecha de vencimiento, pero será después de lo que se especulaba, y eso es gracias al cariño de los hinchas que lo idolatran.

"Estiré el retiro por el pedido de la gente", reconoció el volante respecto a su decisión. Es que desde que anunció su depedida del fútbol, recibió más llamados de los esperados y eso lo hizo rever su postura. "Lo disfruté y esto de alargarlo un poco más corresponde a cómo la gente se ha manifestado", expresó.

De todos modos, será el final de este Torneo Apertura el escenario para que Verón dé las hurras a su brillante carrera como futbolista. "Últimamente pasaba mucho tiempo fuera de las canchas, en kinesiología y no me sentía útil", argumentó. Su tobillo no lo dejó en paz y lo forzó a ponerle fin a sus días como jugador. Así lo explicó: "Conviví mucho tiempo con un dolor constante que, más allá de la operación, no dejó de molestarme y se me hizo muy pesado".

"Lo que tenía que dar, lo di. Fueron cinco años bárbaros", expresó la Bruja, que desde su regreso a Estudiantes salió dos veces campeón del torneo local y volvió a levantar una Copa Libertadores después de casi 40 años. "El valor de las cosas se la da el tiempo", manifestó.

Respecto a su futuro, lo primero que dejó en claro fue que le encantaría tener un partido homenaje. "Me gustaría que fuera con carácter social o para el club", aseveró, aunque a nivel Selección reconoció que otros lo merecerían más que él. Y justamente respecto a su eventual llegada a Ezeiza, la Bruja no evitó hacer mención a su apegada relación con Alejandro Sabella, aunque puso paños fríos a los rumores.

"Mi llegada a la Selección quedará para más adelante", manifestó, pero no negó que se pudiera dar como manager de un entrenador que lo conoce por haberse consagrado con él. Verón ya comienza a tachar los días que le quedan para colgar los botines y la gente de Estudiantes, ahora con algo más de tiempo, se prepara para darle la despedida que siempre soñó.