El jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, respondió las críticas del gobierno nacional y aseguró que "se realizaron 7 inspecciones de la Agencia de Control durante el proceso de obra" en el predio de la calle Bartolomé Mitre al 1200, en el barrio de Monserrat, donde se derrumbó parte de un edificio lindero a las construcción.

"Ha habido controles" sobre la obra, dijo el jefe de gobierno porteño y aclaró que las denuncias del gremio de la UOCRA corresponden todas a incumplimiento en las condiciones de trabajo, responsabilidad de quines llevan a delante la obra.

Ayer, el ministro de Trabajo y ex candidato a vicejefe de gobierno por el kirchnerismo, Carlos Tomada, participó de una conferencia de prensa que ofrecieron legisladores porteños de la oposición en la Legislatura, y advirtió que "no se respetaron normas vigentes" para evitar el derrumbe.

"El sistema de emergencia funcionó bien", subrayó Macri e indicó que "en otros momentos, en una situación similar, habría cientos de desaparecidos". "Hoy tenemos que lamentar lo que sucedió pero tenemos que estar contentos que sólo hay un desaparecido", afirmó.

Además, Macri anunció que la comuna pagará "una vivienda equivalente" y "a corto plazo" a los damnificados del derrumbe del edificio de la calle Mitre 1.200. Agregó que ya ordenó la redacción de "un proyecto de ley que debe ser aprobado por la Legislatura" para expropiar el edificio y "en un par de semanas tener un instrumento para empezar a devolverle la vida" a quienes perdieron sus casas.

En declaraciones a la prensa frente al inmueble que se derrumbó, el mandatario comunal aseguró que, a través del Banco Ciudad, se entregará a cada damnificado "la plata" para que pueda adquirir "una vivienda equivalente".

Minutos antes de las 7, Macri se hizo presente en el predio junto al ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, para supervisar las tareas que se llevan a cabo para finalizar con la demolición del inmueble afectado.

"Vamos avanzando", aseguró Macri y destacó que "lo más importante es cuidar la seguridad de la gente. Sin embargo, el jefe de gobierno porteño reconoció que "la zona está en peligro todavía" y se aguarda el informe de los peritos para seguir con las tareas de demolición del resto del edificio que aún sigue en pie.