Al menos tres internos del penal llevaron adelante durante más de 12 horas un motín en el penal platense. La fiscal Virginia Bravo estuvo a cargo de la negociación con los insurrectos para que depongan su actitud.

La rebelión fue liderada por un preso de apellido Sampietro, quien según confirmó Albarracín, sufre de problemas mentales. Además, mantuvieron como rehén a efectivos del servicio penitenciario, a quienes iban rotando con el cambio de guardia. El motín fue en el pabellón 3 de la Unidad Penal 29, del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), ubicada en calle 520 y 179 de Melchor Romero.

De acuerdo con el funcionario, “se ha resuelto la situación de la manera queríamos, resguardando la integridad física de los internos. Se lo logró disuadir a los presos y todo terminó sin heridos”.

En principio se informó que eran 16 los amotinados, aunque el subsecretario de Políticas Criminales dijo en diálogo con Radio 10 que la protesta era encabezada por un preso con antecedentes de este tipo de hechos, acompañado "por uno o dos reclusos más". Sin embargo, se comprobó posteriormente que eran ajenos al hecho.

Durante la revuelta, reclamaron mejores condiciones de alojamiento, entre otras demandas. La fiscal Bravo llegó al penal en la madrugada y como primera medida dispuso el retiro de la policía para favorecer las negociaciones con los insurrectos.



Un alto jefe policial dijo que la fiscal trataba de convencer a los amotinados para que depongan la actitud y liberen ileso al rehén. Albarracín expresó a Radio 10 que se trataba de "un pequeño motín" y responsabilizó a un interno "muy conflictivo" que "hace más de 20 años que está en el sistema penal por distintos delitos".



"Es una persona ha tenido muchos conflictos, que tiene algunos problemas psicológicos, casi psiquiátricos", indicó. Agregó que "en una nueva actitud hostil decidió tomar de rehén a un guardia penitenciario y está desde anoche en esa actitud que no quiere deponer".