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19 de abril de 2024
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Milagro del Sub 20
En el último minuto venció a Uruguay y logró la doble clasificación al Mundial de Canadá y a los Juegos Olímpicos de Pekín. Lautaro Acosta marcó el gol heroico
28 de enero de 2007
Argentina logró una milagrosa clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, además de reservar un lugar en el Mundial Sub 20 de este año en Canadá, al vencer en tiempo de descuento por 1-0 a Uruguay, en la última fecha del Sudamericano de Paraguay.

El atacante de Lanús Lautaro Acosta ingresó desde el banco de suplentes en el segundo tiempo para marcar de cabeza el gol de la victoria en un córner, en un intenso partido disputado en el estadio Defensores de Chaco de Asunción.

Los dirigidos por Hugo Tocalli estaban obligados a ganar para asegurarse el viaje a China y en un encuentro que terminó bajo una lluvia torrencial apareció Acosta en un tiro de esquina de Maximiliano Moralez y consumó la hazaña.

Argentina finalizó el certamen con nueve puntos luego de dos triunfos y tres empates en la ronda decisiva e irá al Mundial de Canadá y a los Juegos Olímpicos de Pekín en busca de defender los títulos que logró en el 2005 en Holanda y en el 2004 en Atenas,
respectivamente.

El conjunto "albiceleste" volvió a tener un rendimiento deslucido, como en el encuentro frente a Colombia, y le costó una enormidad generar ocasiones de riesgo en el primer tiemp o, por su falta de movilidad y precisión.

Sin embargo, en el complemento, Argentina trató de suplir con amor propio y coraje sus falencias con la pelota y tras acorralar a Uruguay contra el arco defendido por Yaí Fontes logró dejar al rival fuera de combate con el último golpe de la noche.

Al equipo "charrúa" el empate le alcanzaba para sellar su doble clasificación y, tras disponer de un par de situaciones claras para convertir durante el encuentro, pagó caro el error defensivo que cometió en tiempo adicionado al reglamentario.

El córner de Moralez cayó en el área sin que los espigados zagueros uruguayos pudieran rechazarlo y el arquero Fontes quedó a mitad de camino en su afán por acertar un puñetazo salvador y dejar truncas las esperanzas argentinas.

Acosta metió la cabeza y liquidó la historia, después de que el guardameta Sergio Romero se luciera en varias ocasiones ante los delanteros rivales.

El conjunto "albiceleste" luchó hasta el final y obtuvo una victoria tan agónica como milagrosa en el clásico rioplatense, para quedarse con todo lo que había en juego.