La encontraron semidesnuda en una de las habitaciones de su casa. Había sido ahorcada con el cinto de su bata. Nora Dalmasso tenía 51 años. Su muerte , ocurrida en el country Villa Golf de la ciudad cordobesa de Río Cuarto abrió numerosas preguntas, muchas de las cuales, sino casi todas, aún no tienen respuesta. El cuerpo de Nora fue hallado por un vecino. Marcelo Macarrón, su marido, estaba en Punta del Este. La hija de ambos estaba en Estados Unidos. El hijo, Facundo (20), declaró que se encontraba en la ciudad de Córdoba.

Se habló de crimen sexual , incluso hasta hubo "un perejil" acusado del homicidio y luego liberado. Se señaló a un sospechoso que tenía relación con el gobierno provincial. Ese hombre renunció a su cargo cuando se lo comenzó a investigar.

A medida que continuó la investigación se empezó a hablar de varios amantes, algunos de los cuales fueron investigados.

Con los restos de semen encontrados en la víctima, que había tenido relaciones sexuales antes de ser asesinada, se realizó un análisis de ADN que permitiría elaborar un perfil genético del homicida. Dicha prueba fracasó.

Con tantas dudas, el cuerpo de Dalmasso fue exhumado para someterlo a nuevos peritajes.

Meses después del asesinato, las sospechas comenzaron a girar en torno a un pintor . Se trata de Gastón Zárate, que luego fue considerado un perejil e incluso se realizaron marchas en su defensa. Finalmente fue liberado .

Cuando liberab al "perejil", Gustavo Vidal Lascano deja la Fiscalía General. Asume Darío Vezzaro y disuelve el triunvirato de fiscales. A cargo del caso queda sólo Javier Di Santo.

Las escazas certezas que surgían de la investigación llegaron a generar un conflicto político . También se investigaron presuntas coimas a policías.

La familia directa de Nora tampoco se salvó de la lupa de los investigadores. Facundo Macarrón, hijo de la mujer, de apenas 19 años en aquel entonces, fue también puesto bajo sospecha .

El joven fue imputado del delito de abuso sexual calificado seguido de muerte agravado por el vínculo, con el grado de sospecha leve.

A partir de allí se sucedieron una serie de escándalos mediáticos que incluyeron la difusión de imágenes del crimen.

Luego, la causa estuvo paralizada por un tiempo, a la espera de los resultados de estudios enviados al FBI. Finalmente, se comprobó que los patrones genéticos hallados en la escena del crimen no pertenecían al hijo de la víctima.

La investigación no se cerró en la familia, además se investigó si Dalmasso fue asesinada por un sicario .

El 22 de marzo de 2011 el informe que había sido enviado al FBI fue traducido. Según esta información, en la escena del crimen hay dos patrones genéticos completos, pero no pertenecen a ninguno de los sospechosos.

Hoy, a cinco años del hecho, el crimen sigue impune